Recinto de Ranillas

Lavado de cara del banco ecogeográfico de la Expo

Los técnicos del Ayuntamiento realizan estos días pruebas de resistencia con diferentes materiales para decidir cuál soporta mejor las inclemencias del tiempo.

Pruebas de estrés a los nuevos materiales
Lavado de cara del banco ecogeográfico de la Expo
HA

El Ayuntamiento de Zaragoza se ha decidido a llevar a cabo la necesaria restauración del banco ecogeográfico de la Expo. Esta infraestructura, que se prolonga a lo largo de 700 metros en paralelo a la ribera izquierda del Ebro, en el recinto de Ranillas, fue uno de los elementos más reconocibles de la muestra de 2008.


Sin embargo, el paso del tiempo y algún acto vandálico habían hecho mella en su aspecto exterior. Láminas desprendidas, roturas y desgaste en general urgían una rehabilitación que ya está en marcha. En concreto, los técnicos del Consistorio están llevando a cabo diferentes pruebas de estrés para comprobar cuáles son los materiales que mejor aguantan las inclemencias del tiempo.


Por ejemplo, estos días se está proyectando aire caliente hasta que las baldosas alcanzan temperaturas muy altas para luego tratar de congelar la zona y así ver cómo se comportan los nuevos materiales.


Para ello, se utiliza un tipo de masilla especial que aguanta las condiciones más extremas y después se aplica un barniz especial. Según explican fuentes municipales, se están utilizando tres tipos de material en tres zonas diferentes, luego se someten a las pruebas de estrés -impactos, frío, calor, agua a presión...- y finalmente se decide.


De igual forma, los operarios del Ayuntamiento han llevado a cabo esta primavera mejoras en el estado del Anfiteatro de la Expo, de cara a la celebración de diferentes conciertos en el marco de los Festivales del Ebro.

Un emblema de Ranillas

El banco ecogeográfico es obra de Isidro Ferrer y Batlle i Roig Arquitectos, y fue inaugurado con la Expo de Zaragoza de 2008. Su coste ascendió a 1,5 millones de euros y se creó con un doble objetivo: intervención artística en la ribera y banco para los visitantes.


Su estructura se articula como un elemento metálico que se pliega a lo largo del río y como lienzo se diseña como una superficie tatuada de teselas cerámicas.