del tejido social que realizan también actividades en la ciudad y que, a diferencia de ella, pagan el Impuesto de Bienes Inmuebles.
"La Iglesia Evangélica paga el impuesto, el Templo Budista paga y la Asociación de Ateos Confesos paga por su local", mientras que "los seminarios, las residencias, las iglesias o las órdenes monásticas no tributan", ha indicado.
Para conocer el ingreso económico, que conllevaría el pago de este impuesto por parte de la Iglesia, la iniciativa de CHA plantea elaborar, en el plazo de tres meses, un censo de los bienes inmuebles urbanos, registrados a nombre de la Iglesia, además de sus entidades, fundaciones y asociaciones.
"Este debate, que también está en la calle, no es en contra de la Iglesia, sino a favor de la igualdad tributaria y de la justicia, porque si los ciudadanos lo pagan, lo debería pagar todo el mundo", ha comentado.
Para poder cobrar el IBI a la Iglesia Católica, "el primer propietario en volumen de Europa", es necesario modificar, a nivel nacional, la Ley de Haciendas Locales donde se específica claramente la exención a la que está sujeta, ha explicado Martín.
"Si se aprueba la iniciativa, seríamos la primera ciudad importante de España que se posiciona claramente en este asunto, y que la quinta ciudad le diga al Gobierno que quiere cobrar el IBI tiene un impacto importante", ha resaltado.