Instalaciones deportivas

El Parque Deportivo Ebro busca inversiones para salir adelante

La DGA no abrirá este verano las piscinas ?porque no cumplen la normativa?. Toda la instalación tiene problemas de mantenimiento.

Instalaciones del Parque Deportivo Ebro
El Parque Deportivo Ebro busca alguna inversión para garantizar su futuro
P. F.

Una de las instalaciones deportivas más antiguas de Zaragoza, el Parque Deportivo Ebro (propiedad de la DGA), tiene graves problemas de mantenimiento y necesita alguna colaboración con otras instituciones o entidades privadas que garantice su futuro.


El Departamento de Educación y Deporte ha decidido que este verano no abrirá las piscinas, porque “no cumplen la normativa de seguridad ni la normativa sanitaria”, como adelantó la edición de papel de HERALDO DE ARAGÓN hace unos días. De momento, ha comenzado a vallar algunas.


Las piscinas, abiertas desde hace más de cuatro décadas, “incumplen desde hace años la normativa de seguridad”, afirman fuentes de Deportes de la DGA. El verano pasado se abrieron parcialmente para el baño pese a las deficiencias. Desde el Gobierno de Aragón explican que hace falta una inversión de más de un millón de euros para adecuar las piscinas de verano a la normativa y ahora no se dispone de este dinero.


Las pistas deportivas y las zonas verdes sí están abiertas al público, aunque las instalaciones (en una superficie de 13 hectáreas) presentan muchos problemas de mantenimiento además de las carencias de las piscinas de verano.

Instalaciones en servicio

Los usuarios del Parque Deportivo Ebro pueden utilizar la piscina cubierta (solo hasta junio), varios frontones, campos de fútbol 7, pistas polideportivas, pistas de tenis, rocódromo y un campo de fútbol, entre otras. Las instalaciones están, en general, muy deterioradas: hay varios edificios (restaurante y vestuarios) cerrados, zonas verdes descuidadas, mesas y bancos rotos, una pista de fútbol sala en la que crecen matorrales, otra de volley-playa (una de las pocas de la ciudad) llena de piedras y hierbas...


“En 2011 se invirtieron cerca de 450.000 euros en adecuar la piscina cubierta y otras actuaciones menores. Ahora se está trabajando en algún plan a medio plazo y buscamos alguna fórmula de colaboración”, señalan desde la DGA.


El número de usuarios ha descendido progresivamente. Hace unos años, acudían unas 15.000 personas un fin de semana de verano. Desde 2008 se ha producido un descenso significativo, según datos del Gobierno de Aragón. En 2010, se llegó a una media de 1.500 personas en fin de semana, entre sábado y domingo. Y el año pasado, apenas un centenar en cualquier día de entre semana.


“Hace años que está un poco dejado. Nos ha sorprendido el anuncio del cierre de las piscinas, es una pena. Aquí he pasado muchos días”, cuenta Pilar, una vecina de Las Delicias, que acude todo el año a nadar en la piscina cubierta y en verano, a comer con las amigas desde hace más de 30 años.

La Almozara, sin piscinas públicas

“Si van abandonando las instalaciones es normal que cada año vaya menos gente. Han faltado inversiones en los últimos años y han dejado morir el Parque Deportivo Ebro. Es una pena, porque eran las únicas piscinas públicas para el barrio de la Almozara. Estamos olvidados y no dan ninguna solución a los vecinos”, afirma Manuel Izuel, presidente de la asociación de vecinos Pablo Gargallo.


Las asociaciones de vecinos de la Almozara han pedido en muchas ocasiones algún acuerdo para poder acceder a las instalaciones privadas del Soto o del Tiro de Pichón. También demandaban la construcción de una nueva piscina en el párquin de la Expo. Es uno de los pocos barrios de la ciudad que no tiene piscinas públicas.