Suministro eléctrico

Malestar en Movera por los "continuos" apagones

El último se produjo el pasado 3 de febrero. El alcalde del barrio confirma que "la cantidad de apagones durante el último año no es normal".

Plaza Mayor de Movera
Malestar en Movera por los "continuos" apagones
J. M. M. DE ZABARTE

Mirar la televisión, navegar por internet, cocinar o estudiar son solo algunas de las actividades cotidianas que precisan de energía eléctrica. Una interrupción puntual en el suministro puede suponer un fastidio para el afectado, por lo que una pérdida continua se acaba convirtiendo en un gran trastorno. Así lo sienten los vecinos de Movera, quienes están "molestos" por los "continuos apagones" que se han venido repitiendo durante el último año en el barrio rural.


El alcalde pedáneo, Ismael Abadía, confirma que "la cantidad de apagones durante el último año no es normal". Abadía subraya que ha habido semanas en las que han sufrido "hasta dos o tres apagones", la mayoría de "menos de un minuto", pero también algunos de "más de una hora". El edil especifica que las quejas que ha recibido de los vecinos llegan, sobre todo, "del centro del barrio".


Abadía comenta que desde la Junta Vecinal han dado parte a la empresa suministradora, que habría desplazado a sus técnicos "varias veces" sin haber encontrado, aparentemente, el origen del problema.


Malestar vecinal


El malestar entre los vecinos es notable. José Miguel Martínez, residente de la pedanía, explica que el mayor inconveniente que le generan estos apagones radica en el arcón nevera que tienen en su hogar. "Guardamos gran cantidad de comida congelada, así que, cuando se corta la luz, se rompe la cadena del frío y tenemos que deshacernos de muchos alimentos". Además, José Miguel da cuenta de lo "molesto" que supone el "estar cocinando o trabajando con el ordenador y que se vaya la luz de repente".


Teresa Alcázar, quien regenta la única farmacia del barrio, ha sufrido en su negocio las consecuencias de estos vaivenes en el abastecimiento: "Se me han estropeado dos ordenadores y la aseguradora no se ha hecho cargo". Además, Teresa expone que cuando se va la luz tiene que "llevar rápidamente el suero a la nevera de la carnicería", ya que éste debe mantenerse "entre dos y seis grados centígrados". También se ha visto obligada a cambiar la alarma de su establecimiento al "quemarse" tras un repentino apagón.


"Algunas familias con niños se han comprado unas pequeñas bombonas de butano, similares a las de los campin, para poder calentar la comida en caso de que haya un apagón", concluye Teresa.


"El suministro cumple con los requisitos"


Desde Endesa explican que "el suministro en Movera, como zona urbana, cumple con todos los requisitos de calidad zonal (referida a un determinado espacio geográfico) e individual (relativa a cada uno de los consumidores), pues ambas estarían "dentro de lo que marca el reglamento". Este estipula que el servicio no se debe interrumpir más de una hora y media al año.


En los últimos dos meses, explican fuentes de la empresa, apenas consta la incidencia registrada el 3 de febrero, día en que los vecinos sufrieron un corte en el suministro que cuantifican en "más de dos horas". Este, según explican tanto el alcalde como la eléctrica, se habría producido por la caída de un cable como consecuencia de las fuertes rachas de viento.