Hostelería

Bares históricos de Zaragoza salen a la venta por la crisis

La caída del consumo, el cambio de hábitos y los alquileres acaban con una generación de bares y discotecas históricos. Locales como Parros o Boulevard cuelgan el cartel de ?se vende?. Otros ya han bajado la persiana.

Las zonas más populares del Casco Viejo no se libran de la crisis
Bares históricos de Zaragoza salen a la venta por la crisis del sector
I. M.

Si se pudiera hacer una radiografía nocturna de la ciudad de Zaragoza, el resultado no podría ser más desalentador. De unos años a esta parte, un peligroso tumor se ha ido extendiendo por las zonas de fiesta de la capital aragonesa en forma de cierres, traspasos y persianas bajadas.


La crisis económica y su caída del consumo, unido a un cambio en los hábitos de ocio están dando la puntilla a numerosos locales de fiesta, que pese a haber acompañado a varias generaciones en sus bailes y escarceos, ahora cuelgan el cartel de ‘se vende’.


Es el caso de letreros tan reconocibles como Parros Café, en la zona del Casco Viejo, o Boulevard, en la calle Héroes del Silencio, que han puesto sus negocios a la venta. Dos históricos abocados a terminar su aventura por culpa de “una crisis aberrante”, como señala uno de sus propietarios.


“Da igual que seamos conocidos o que llevemos mucho en esto –continúa-. Desde que comenzó la crisis, y con la Ley Antitabaco, es imposible resistir”. No son los únicos. Mientras en Belmondo se lo piensan, Tiger Lily ya ha clausurado, ambos en la calle de La Paz.


Y algunos de los más populares –y de mayores dimensiones- ya han puesto sus negocios a la venta de manera extraoficial (ofreciéndolo a los empresarios del sector) antes de hacerlo público, por miedo a perder más clientes durante el traspaso.


Porque ese parece el principal problema. Bares y clientes han perdido el gancho –musical, económico, generacional…- que les unía. Mientras los primeros señalan a piedras en el camino como la citada Ley, los segundos arremeten contra unos precios prohibitivos para los tiempos que corren.


Pero no es el único inconveniente. Como apuntan desde la Asociación Provincial de Discotecas y Salas de Fiesta, muchos establecimientos no pueden asumir unos alquileres que “deberían revisarse a la baja”.


Si los bares del Casco Viejo –la mayoría con rentas muy bajas- lo pasan mal para llegar a fin de mes, cómo estarán aquellos ubicados en zonas más ‘pudientes’ como León XIII, donde el precio de alquiler se dispara.


En esta zona “la mitad de los negocios han cerrado, y la otra mitad está intentado renegociar el arrendamiento”, señala un empresario del sector. Se trata de una tendencia generalizada. Solo en 2011 cerraron 172 comercios en Zaragoza. Y aunque existen honrosas excepciones, como Le Pastis, que volverá a la ribera del Ebro tras un tiempo de incertidumbre, no es lo habitual.

Fin de las denominadas ‘zonas’

Buen reflejo de la situación es la práctica desaparición de las denominadas zonas de marcha de Zaragoza. La idea de un conjunto de bares en torno a las mismas calles y con un tipo de clientes definido por su edad o gustos musicales perece. Tan solo el Casco aguanta el tirón a duras penas.


Además, lo empresarios de toda la vida “tenemos ya unos años”, apunta uno de ellos, y esperan que otros más jóvenes puedan dar un nuevo impulso a los locales de toda la vida.