TRIBUNALES

El Fiscal eleva a 20 años la petición de condena a un padre por agresión sexual a su hija

La joven, que ha declarado tras un biombo, ha relatado que los abusos comenzaron cuando tenía 14 años, y que se fueron intensificando con el tiempo sin que su madre se apercibiera de lo que ocurría.

El ministerio fiscal ha elevado este miércoles de 16 a 20 años de prisión la pena solicitada para un hombre que ha sido juzgado en la Audiencia de Zaragoza como presunto responsable de las agresiones sexuales continuadas y de la violación sufrida finalmente por una hija menor de edad durante un periodo de 3 años.


Según la fiscalía, a cuyas conclusiones se ha adherido la acusación particular, los presuntos abusos y tocamientos comenzaron a producirse cuando la menor tenía 14 años y se prolongaron hasta el el 1 de febrero de 2011, fecha en la que el proceso llevó a cabo la supuesta violación.


El representante de la defensa ha solicitado la libre absolución de su cliente tras alegar que la menor actuó con "ánimo de venganza" ya que su padre no solo anuló el contrato de internet para ante el uso excesivo que hacía su hija de las redes sociales sino que no le autorizaba salir y le reprochaba continuamente que consumiera alcohol en botellones o que fumara.


Durante la vista, el procesado ha asegurado que la menor decidió presentar la denuncia contra él después de impedirle que saliera a comprar un libro, ante la sospecha de que era una "excusa" para encontrarse con sus amigas.


La joven, que ha declarado tras un biombo, ha relatado, sin embargo, que los abusos comenzaron cuando tenía 14 años, y que se fueron intensificando con el tiempo sin que su madre se apercibiera de lo que ocurría.


Ha comentado que en una ocasión en que se "encaró" con su padre y le pidió explicaciones, este le contestó que "no sabía por que lo hacía y que no lo volvería a hacer, pero volvió a hacerlo".


En su relato, la joven, que tiene en la actualidad 18 años y que se encuentra en tratamiento psiquiátrico, ha destacado que el pasado 1 de febrero, tras la supuesta violación, no pudo soportar por más tiempo la situación y se lo contó a su tía, que poco después de lo comunicó a la madre, quien a su vez denunció los hechos ante la policía.


Ha admitido que le gustaba conectarse a las redes sociales y que, tras anularse la conexión de internet en su casa, "quería salir para conectarme a través de redes wifi", pero ha negado haber actuado con "ánimo de venganza.


En declaraciones sucesivas, y también tras un biombo, tanto la tía como la madre de la joven han asegurado haber creído desde el primer momento las afirmaciones de la denunciante, que, según han afirmado, se comportaba de forma esquiva y se refugiaba en su habitación.


En la vista ha declarado, asimismo, el hermano menor de la joven, que ha asegurado que a pesar de que en un principio no creyó a su hermana, finalmente "me pongo a pensar y me doy cuenta de algunas cosas que antes no entendía".


Tras destacar que su padre siempre lo enviaba a su habitación cuando la madre se encontraba en el trabajo, ha relatado que en una ocasión en que salió de hurtadillas al salón vio a su padre y a su hermana tumbados en el sofá bajo una manta, y con la mano de él moviéndose sobre la cintura de ella.


Por su parte, el hermano del acusado ha rechazado la acusación vertida contra su familiar y ha destacado que su sobrina solía mentir con asiduidad y que, cuando salía de la policía tras prestar declaración, la vio reír.


Los peritos forenses que entrevistaron a la joven un día después de presentarse la denuncia han asegurado que los hechos relatados eran "altamente creíbles" y que en el momento de contarlos la denunciante sufría de ansiedad.


El fiscal, que solicitaba inicialmente para el acusado penas de 3 años y 6 meses por agresión sexual y de 13 por violación, ha elevado a un total de 20 años la petición de condena en atención a la gravedad de los hechos.


También ha solicitado una orden de alejamiento contra el padre por un periodo de 14 años.