ZARAGOZA

''Es vergonzoso lo que hacen algunos dueños de perros, dejando todo lleno de excrementos''

Las asociaciones vecinales insisten en que es un problema de civismo, mientras los dueños de los canes que pasean bolsa en mano estarían ?dispuestos a pagar? porque multaran a quién no respeta las normas.

Unas vecinas pasean a sus perros por Las Fuentes
?Es vergonzoso lo que hacen algunos dueños de perros, dejando todo lleno de excrementos?
T. M.

Estaría dispuesta a pagar una tasa como en Calatayud por tener a mis dos perros, si me aseguraran que a quienes no recogen los excrementos de sus mascotas se les iba a imponer una multa”. Así de tajante se muestra María Pilar Pirón, una zaragozana que cada día sale a pasear a sus dos perros, acompañada de sus vecinas María Abad y Pilar Carreto, por el barrio de Las Fuentes.


“Es vergonzoso lo que hacen algunos dueños dejando todo llenos de cacas. Y lo peor es que nos perjudica a los demás, porque somos muchos quienes recogemos las heces de nuestros perros”, dice, indignada, María Abad. “Entendemos que haya gente que se queje, ya que hay zonas que parecen campos de minas, como la calle de Monasterio de Montserrat, aquí en nuestro barrio”, apunta Pirón.


Una denuncia que también desde la Asociación de Vecinos de Las Fuentes están “cansados” de hacer pública. “La campaña ‘Cuidemos nuestro barrio’, que arranca mañana y que recorrerá, escoba en mano, las calles más importantes del distrito, pretende concienciar del problema de salubridad que supone la dejadez de algunos dueños de perros”, dicen desde la agrupación vecinal.


Una problemática que se repite en todos los barrios de Zaragoza. En Valdefierro, por ejemplo, la Asociación de Vecinos Aldebarán también quiere hacerse eco de la “suciedad” que hay en sus calles. Mientras, en Miralbueno, Ricardo Berenguer, vicepresidente de la Asociación San Lamberto asegura que, en según qué zonas, “hay que ir saltando los excrementos”. La misma situación se repite en San José y Oliver, desde donde sus agrupaciones vecinales insisten en que se trata de un problema de civismo que “nos atañe a todos”.


Por su parte, desde el Ayuntamiento de Zaragoza explican que “existen algo más de una docena de ‘pipicanes’ en varios parques de la ciudad, -el parque Miraflores, por ejemplo-, pero ya no se construyen más porque, aunque la limpieza era

diaria, se acumulaba un fuerte olor y, tanto los perros como sus dueños,

los rechazaban por tener poca utilidad”, dicen desde el Consistorio.


Precisamente para evitar el comportamiento poco cívico, el Ayuntamiento tiene repartidas por toda la ciudad 487 sanecanes -papeleras específicas para excrementos caninos-. “Lo cierto es que las rellenan frecuentemente, pero con poca cantidad de bolsas”, dice un zaragozano, que pasea con su perro por el parque de la Sedetania, y al que acompañan otros dos vecinos. “Yo sí que pagaría el impuesto que han de pagar los bilbilitanos si con ese dinero se hiciera un parque destinado exclusivamente a los perros”, dice el dueño de un cocker.


Según Rosa Arenas, presidenta de la protectora Armantes, de Calatayud, “está previsto que el importe recaudado con esta tasa se destine a poner en marcha un albergue municipal para mascotas, cuestión que nos parece razonable siempre que se haga con criterio de respeto a los animales”, dice Arenas. Una opinión que también comparte José Luis Amézaga, voluntario de Zaragoza Protección Animal (Zarpa). “Apoyamos esta iniciativa siempre que se trate de un centro de recogida de animales con sacrificio 0 y no de una perrera municipal”, concluye Amézaga.