Conciertos llenos y aulas vacías. Los excesos de los estudiantes durante las fiestas del Pilar harán mella en los institutos de la ciudad y los profesores se preparan para un inicio de semana bajo mínimos. Según las estimaciones de los centros, el lunes y el martes habrá un absentismo de un 30% de los alumnos en bachillerato, que podría subir hasta el 50% en determinados institutos y, sobre todo, en las primeras horas de la mañana. "Ocurre todos los años. Muchos faltan y algunos de los que vienen no lo hacen en las mejores condiciones", explican desde los IES consultados.

Estas 'pirolas' preocupan a las familias que en muchos casos, por sus horarios laborales, les resulta complicado controlar que sus hijos acuden a clase estos días. "Tenemos problemas para conseguir que se queden en el instituto cuando desde instituciones como el Ayuntamiento se les están lanzando mensajes lúdico festivos por toda la ciudad", comenta Juan Ballarín, presidente de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón (Fapar). "Serán días de negociaciones duras con los hijos que quieren ir a los conciertos que acaban tarde cuando al día siguiente tienen que ir a clase", añade.

Las faltas de asistencia se producen sobre todo en bachillerato y ciclos de formación profesional, mientras que en ESO son puntuales y solo en los últimos cursos (tercero y cuarto). "Por experiencias de otros años sabemos que, en bachillerato, hay veces que faltan cinco, seis o diez alumnos. Depende mucho de la clase", dice el director del instituto Goya, José Antonio Ruiz Llop. "En algunos cursos de FP llegan a faltar la mitad de los matriculados", añade Juan Antonio Planas, orientador del Tiempos Modernos.

Las fiestas del Pilar traerán, además de las 'pirolas', otro quebradero de cabeza a las familias. Los escolares tienen puente desde el miércoles, mientras que la mayoría de los padres solo libran el 12 y el fin de semana. El resto de días, tendrán que pedir permisos en sus trabajos, tirar de abuelos, guarderías o contratar a un cuidador que atienda a los niños y les permita conciliar. "Es una cuestión que tenemos asumida, pero que no deja de preocuparnos", explica el presidente de Fapar. "Son ya muchos los periodos en los que las familias nos encontramos con problemas para compaginar el cuidado de los hijos y nuestros trabajos", añade.

Este cuenta que las fiestas del Pilar llegan tras una temporada en el que los niños solo han tenido clase por la mañana y que ya ha supuesto un esfuerzo extra a los padres. Los escolares de infantil y primaria comenzaron el curso el 6 de septiembre, pero no fue hasta el 3 de octubre cuando lo hicieron con el horario habitual. Este año, la jornada continua ha durado una semana más que el anterior y en total han sido 18 los días lectivos en los que los menores han asistido a clase solo por la mañana. Las familias fueron críticas con esta demora "excesiva" del inicio de las lecciones vespertinas, porque consideran que la medida no es pedagógica y recuerdan los problemas de conciliación que genera.

Las quejas por este retraso son mayores entre las familias zaragozanas, ya que a una semana de normalizar la vuelta al aula con un horario partido, los alumnos de la capital vuelven a estar sin clase con motivo de las fiestas del Pilar.