Juicio por asesinato

Declaran culpable al acusado de degollar a un joven en las Delicias

El descarta aplicar la eximente incompleta por enajenación alcohólica planteada por la defensa al considerar que el acusado "sabía lo que hacía". El fiscal ha mantenido su petición de 17 años de cárcel.

El jurado popular constituido esta semana en la Audiencia de Zaragoza ha declarado culpable, por unanimidad, al joven juzgado por degollar a otro durante la celebración de unas fiestas patronales en el Parque de Delicias de la capital aragonesa.


El veredicto del jurado admite que el joven consumió alcohol antes de producirse la agresión, pero descarta aplicar la eximente incompleta por enajenación alcohólica planteada por la defensa al considerar que la bebida no mermó sus facultades mentales y "sabía lo que hacía".


El relato de hechos establecido por el jurado en su resolución asegura que sobre las 23.00 de la noche del 7 de septiembre de 2010 el acusado, Gustavo Henríquez V.Q., de 22 años, propinó un navajazo en el cuello a su víctima, Juan Carlos Hidalgo, de 19, seccionándole la yugular y provocándole la muerte.


Según el tribunal popular, el acusado, que actuó "movido por el resentimiento de una discusión mantenida meses atrás" con la víctima, realizó un ataque "sorpresivo, repentino e inesperado" que impidió una reacción de defensa por parte del fallecido.


El tribunal basa su decisión en el testimonio de dos testigos presenciales que vieron la agresión y la posterior huida del procesado, y en la precisión de la herida causada, que, en opinión del jurado, evidencia que el acusado no tenía sus condiciones volitivas mermadas".


A tenor del veredicto, el fiscal ha mantenido su petición de 17 años de cárcel y de 100.000 euros de indemnización para los familiares de la víctima, que el representante de la acusación particular ha elevado a 20 años y 180.000 euros.


La letrada de la defensa ha solicitado la aplicación de la condena más baja para el delito de asesinato, 15 años de cárcel, y ha anunciado la presentación de un recurso de apelación al entender que el veredicto no había apreciado la influencia que ejerció sobre el acusado el consumo masivo de alcohol.


A la lectura del veredicto ha asistido la madre del fallecido, que ha agradecido que se hubiera hecho justicia con el acusado, del que ha afirmado "se llevó un ángel y destruyó una familia".


Durante la vista, los psiquiatras forenses definieron al acusado como una persona "fría y controlada", sin enfermedades mentales y "lo suficientemente inteligente para distinguir entre el bien y el mal".


Según estos especialistas, en las entrevistas realizadas en prisión, el procesado se mostró en todo momento "tranquilo y controlado" y sin mostrar temor a su situación, han añadido que no había datos que constataran que el alcohol consumido previamente hubiera supuesto una merma en su capacidad volitiva.