TRIBUNALES

Los padres de una de las menores heridas en San José denunciarán a los cabezudos

Un forense evaluará el lunes las lesiones de la joven, que todavía perduran casi tres semanas después de las fiestas del barrio.

Cinco o seis latigazos en las piernas y los brazos, dos heridas abiertas y otras ensangrentadas. Ese es el motivo por el que los padres de una de las menores heridas en las pasadas fiestas de San José llevarán el caso a los tribunales. La comparsa de cabezudos, con gran tradición en el barrio, se convirtió en un martirio para cuatro amigas de 15 años, que terminaron siendo atendidas primero en el centro de salud y después en el servicio de urgencias del Servet. "Las acorralaron. Fue una persecución en toda regla", asegura la madre de la menor más afectada, que todavía presenta marcas y lesiones tres semanas después del altercado.

 

Aunque en un primer momento todas las familias de las niñas decidieron no denunciar, sí dieron a conocer el hecho a través de este diario. "Queremos que se sepa lo ocurrido para que no vuelva a pasar", explicaba la semana pasada uno de los progenitores. Sin embargo, una de las familias ha cambiado de opinión y ha decidido emprender la vía judicial. "Solo denunciaremos nosotros porque nuestra hija es la que más daños presenta. Cambiamos de parecer por la gravedad de las heridas", apuntó la madre de la pequeña.

 

El lunes acudirán al forense para que la visite y, después, se reunirán con su abogado. "Esa es la idea que llevamos. Que la valore el forense, aunque haya pasado ya casi un mes, y que el abogado nos diga la mejor forma de proceder", indicó.

 

El caso no será una novedad en los juzgados ya que los propios médicos del servicio de urgencias del Servet -siguiendo el protocolo habitual de actuación de la Seguridad Social- dieron parte de las lesiones. "Los sanitarios se percataron de que los golpes eran fuertes. Fueron los médicos del centro de salud los que las enviaron a urgencias y estos los que dieron parte al juzgado", explicó otro de los padres.

 

Por su parte, desde la comisión de fiestas de San José aseguran que desconocían el hecho y que, en todo caso, la responsabilidad final recaería sobre el cabezudo. "Hace años que la policía los identifica, con nombre y DNI, por si hay algún problema", afirmó el presidente. Aún así, la junta de distrito del barrio mostró a este periódico su intención de dialogar y pedir disculpas a las familias. "Nos gustaría reunirnos cos ellos para ver qué ha pasado y actuar en función de nuestras responsabilidades", apuntaron.

 

Además, recordaron que nunca antes había ocurrido algo similar y que los cabezudos son experimentados y se les dan instrucciones. "Aunque un mal golpe siempre se puede dar", reconocieron. Ahora tendrá que ser un juez quien determine si esos latigazos fueron parte del juego o hubo ensañamiento.