EMBALSES

La CHE prohíbe detraer aguas del río Huerva tras detectar una mortandad de peces

La Confederación Hidrográfica del Ebro ha decidido adelantar el final de la campaña de riegos a tenor de la escasez de caudales.

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha prohibido detraer para regadío caudales del río Huerva aguas abajo del embalse de Las Torcas en Zaragoza, tras detectar la muerte de decenas de peces en un tramo fluvial a la altura de la localidad de Tosos.


En un comunicado, el organismo de cuenca advierte que el severo estiaje que afecta a la cuenca del Ebro, el volumen "crítico" en que se encuentra el embalse de Las Torcas y la mortandad de la fauna piscícola ha obligado a adoptar la medida.


Las escasas aportaciones del río ya motivaron antes del inicio de la actual campaña de riesgos la adopción de una gestión "ajustada" del volumen de reservas del embalse.


La Confederación Hidrográfica del Ebro, a tenor de la escasez de caudales, ha decidido adelantar el final de la campaña de riegos, lo que, en opinión de sus responsables, "demuestra una gestión acorde con las reservas para poder cubrir los usos del embalse".


La prohibición se mantendrá durante la investigación que ha abierto este organismo sobre una posible detracción no autorizada de caudales que haya contribuido a empeorar la situación medioambiental del Huerva a su paso por Tosos.


Desde la CHE se asegura, asimismo, que en ningún momento se ha dejado de realizar aportaciones al río desde el embalse de Las Torcas, superiores a las entradas.


En concreto, los datos aportados revelan que la entrada de caudales al embalse se sitúa en 30 litros por segundo, mientras que la realizada al río desde esta infraestructura ha sido de 50 litros por segundo.

Unas reservas muy bajas

Tras resaltar que la situación de estiaje no permite descartar la aparición de tramos fluviales sin caudales circulantes, la CHE advierte que las reservas actuales del embalse están por debajo de 1 hectómetro cúbico, volumen que se está gestionando para cubrir los usos concesionales, principalmente el abastecimiento de boca.


Los técnicos de la Confederación han procedido estos días a retirar los peces muertos en el tramo afectado y a capturar ejemplares vivos para trasladarlos a otras zonas con mayor caudal.


Junto al severo estiaje y a la escasa aportación de caudales, el Organismo de cuenca investiga la posibilidad que alguna detracción de caudales haya contribuido a reducir de forma drástica el caudal en la zona afectada y a causar la mortandad.


A esta situación se suma, además, la existencia de un tramo de lecho de río muy permeable proclive a favorecer la infiltración de caudales a un acuífero subterráneo.