PATRIMONIO

Alfajarín rehabilita la torre del castillo con materiales de época musulmana

El objetivo es consolidar lo que queda de la fortaleza y hacer una cata arqueológica en la antigua muralla para poder restaurarla.

En la imagen puede verse la torre ya rehabilitada y una de las pasarelas instaladas.
Alfajarín rehabilita la torre del castillo con materiales de época musulmana
HERALDO

El que fuera uno de los castillos más destacados del reino musulmán de Zaragoza construido por la ribera del Ebro, el de Alfajarín, pretende recuperar ahora parte del esplendor que tuvo en el siglo X. De esta fortaleza defensiva árabe solo se conserva parte del lienzo de muralla y una de las torres de planta cuadrangular, que ahora se ha rehabilitado con materiales tradicionales.


El alcalde de Alfajarín, Francisco Verge (PAR), explica que se han lavado las fachadas o tapial exteriores y se ha rehabilitado con yeso tradicional con aljezones de las mismas características que el material utilizado para construir el castillo en sus tiempos. Además, se han preparado unas plataformas de madera para poder acceder hasta la corona de la torre en el interior y se ha cerrado el edificio con una puerta.


La torre ha quedado dividida en dos plantas de madera unidas mediante una escalera (antes era un único espacio) y se ha creado un mirador en lo alto de la atalaya, que esperan que pueda ser visitable en un futuro próximo.


Según fuentes municipales, los trabajos han costado algo más de 80.000 euros y han contado con una subvención de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) de 29.400 euros. El resto lo ha aportado el Consistorio alfajarinense, que ha tenido que afrontar el aumento de los costes, ya que, según argumenta el primer edil, la primera valoración se quedó corta debido al estado de deterioro en el que se encontraba la torre.


«El objetivo es consolidar lo que queda del castillo. Ya se han hecho varias actuaciones en este sentido», apunta el alcalde. Uno de los objetivos ahora es poder llevar a cabo, de forma inmediata, las catas arqueológicas para comprobar la profundidad que tenían las antiguas murallas, que se encuentran tapadas por los escombros. «Nos gustaría poder recuperarla y restaurarla», añade Verge. En principio, los trabajos de los arqueólogos comenzarán en octubre o noviembre y se hará una primera valoración de cuánto puede costar sacar los vestigios de la muralla a la luz y rehabilitarlos.


Aunque ahora el torreón no es visitable, el objetivo es que lo sea para potenciar el turismo, ya que este es uno de los atractivos que más tirón tiene en el municipio y un buen lugar desde el que tener una vista panorámica de la zona. Además, el Consistorio prevé seguir trabajando en el estudio de estos restos, aunque dependerá de las subvenciones que reciba, así como de las aportaciones que puedan dedicarse de las arcas municipales.