EN BARRIOS DE ZARAGOZA

Quejas vecinales por la profundidad de los alcorques de los árboles

Las asociaciones del Parque Bruil-San Agustín y de La Bombarda temen que los peatones tropiecen y caigan en los hoyos.

Algunos alcorques tienen hasta 30 centímetros de profundidad.
Quejas vecinales por la profundidad de los alcorques de los árboles
A. ALCORTA

Los habitantes de varios barrios de la ciudad comparten un mismo problema: los árboles de sus aceras no cuentan con alcorques adecuados. En muchos casos, los hoyos donde se ubican los árboles superan los 20 centímetros de profundidad o el suelo de alrededor se hincha debido a la expansión y crecimiento de las raíces.

Desde la asociación de vecinos de Parque Bruil-San Agustín denuncian la profundidad de los alcorques en las proximidades de la calle de Asalto. «Los hoyos llegan a los 20 o 30 centímetros de profundidad en la calle del doctor Blanco Cordero. Es lamentable», explicó su presidenta, Carmen Turégano. Pero eso no es todo: «En la calle de Monreal hay árboles muy grandes cuyas plataformas ocupan casi toda la acera», insistió. Turégano recuerda que muy cerca de allí hay una residencia de ancianos y que estos «caminan con mucho miedo».

Una situación similar viven en La Bombarda, donde la asociación de vecinos María Guerrero de La Bozada critica desde hace años el escaso espacio en las aceras. «Hemos mandado todo tipo de cartas pero nadie nos hace caso. La situación es crítica a lo largo de la avenida de Juan Carlos I. Cualquier día tropezaremos en algún hoyo y nos romperemos una pierna o la cadera», se quejó el presidente de la agrupación vecinal, Emiliano Alonso.

El presidente de la Asociación Naturalista de Aragón (Ansar), Jesús Maestro, cree que el problema es que «los arquitectos diseñan proyectos sin tener en cuenta los árboles». Desde el Ayuntamiento señalan que tanto los alcorques como el crecimiento de los árboles cumplen todas las normativas.