JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD

Zaragoza vibra con los jóvenes peregrinos

La mayoría aprovechó su primer día completo en la capital aragonesa para visitar los edificios más emblemáticos y conocer la ciudad. La alegría, traducida en forma de cantos y bailes, dio un brillo especial a las calles zaragozanas, teñidas por banderas de 32 países diferentes.

Los jóvenes disfrutaron también de actividades deportivas
Zaragoza vibra con los jóvenes peregrinos
J. M. ALBALAD

Entusiasmados con la ciudad y agradecidos por el caluroso recibimiento. Es el sentimiento general de los cerca de 4.000 jóvenes católicos de todo el mundo que desde este jueves viven en Zaragoza los días previos a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), una actitud positiva que las calles de la capital aragonesa vivieron en primera persona a lo largo de este viernes, con cánticos propios de cada país y vítores hacia el Papa.


«Es una ciudad muy interesante, abierta a los peregrinos», manifestó Jovy Batul, filipina de 29 años, poco después de comer, a la par que destacó «la maravilla de la Basílica del Pilar». Su actitud, al igual que la de sus acompañantes, era especialmente activa. Y es que, según precisó, «hay que ir preparándose para la llegada de Benedicto XVI, que está a la vuelta de la esquina».


Franceses, italianos, alemanes, venezolanos, ingleses y un largo etcétera de nacionalidades recorrieron animados las principales arterias zaragozanas, protagonizando fotos multicolor, en las que la variedad de banderas fue la nota predominante bajo un cielo completamente encapotado.


Pero ni la amenaza de lluvia amedentró a estos jóvenes inquietos, que tuvieron tiempo hasta de liberar tensiones en varios encuentros deportivos, como el que protagonizaron por la tarde una treintena de personas con mayoría francesa en el colegio de Corazonistas. «El grupo es inmensamente feliz. La acogida ha sido muy calurosa», precisó la hermana Claudia Cavegn, de 32 años, sobre el propio terreno de juego.


Sin embargo, para esta religiosa, nacida en Suiza pero que vive en Lourdes desde hace nueve años al frente de la congregación 'Fraternité de Jerusalem', lo más importante de este tipo de encuentros es que «permiten a mucha gente descubrir el amor de Dios y la belleza de la Iglesia», ya que «a la JMJ hay que sumar el largo período de preparación que le precede».


Rico patrimonio


A pesar de llevar poco más de 24 horas en la ciudad, con todavía dos intensos días por delante, los más intrépidos se atrevieron a realizar una valoración global de la capital aragonesa, como la venezolana Antonella Da Silva, de 20 años, quien la calificó de «hermosísima, con un patrimonio muy cuidado y excelentes guías turísticos». Además, frente a lo que ocurre en su país, resaltó «la similar estructura arquitectónica que guardan la mayoría de los edificios».


En este sentido, la italiana Erika Marostica, procedente de la localidad de Treviso, cercana a Venecia, se mostró encantada, tras visitar La Seo, por las Iglesias «tan enormes y maravillosas» que está conociendo en esta tierra, pues no se lo imaginaba así. «Si a ello le añades la simpatía de la gente y la genial acogida, todo es perfecto», concluyó antes de continuar rumbo al Pilar.


Por la noche, después de cenar, a las 21.30, la fiesta de fe continuó con varios conciertos. Corazonistas y Salesianos vibraron con las voces de los jóvenes, que cerraron con música una jornada intensa tanto en lo cultural como en lo espiritual. «Todavía nos quedan muchas cosas por ver, aunque necesitamos descansar para afrontar con la misma fuerza todos los días que nos quedan por delante», explicó la polaca Iwona Misztak, quien a sus 19 años está viviendo una «gran experiencia de fe».


Satisfacción en la organización


«Todo se está desarrollando según lo previsto», manifestó a última hora del día Alba Monaj, responsable de comunicación de la JMJ en Zaragoza, ensalzando «la importante labor que están realizando los voluntarios».


Por su parte, Carlos García, sacerdote de la parroquia de Santa Engracia, valoró de forma sobresaliente el inicio de estos 'Días en la Diócesis': «Supera ampliamente las expectativas». Y es que, en su caso, además de los 70 franceses que tienen alojados, «cientos de jóvenes han acudido para conocer los orígenes de la fe en Aragón entre unos muros llenos de historia», finalizó García con tono de satisfacción.