servicios públicos

Aumenta la basura en las calles por el recorte en limpieza del Ayuntamiento

En algunas zonas los turistas pasean entre restos de botellón, y los operarios alargan sus recorridos para tratar de compensar.

Tres turistas británicas fotografiaban ayer La Seo, en la calle de Dormer, entre restos de botellón.
Aumenta la basura en las calles por el recorte en limpieza del Ayuntamiento
HERALDO

Las consecuencias del recorte de limpieza aprobado por el Ayuntamiento de Zaragoza pueden verse en las calles. El reducido número de operarios, debido al plan de ahorro aprobado en enero, ha provocado que la basura permanezca en la calle más tiempo del habitual, en algunas zonas hasta media mañana.

Los rincones donde los jóvenes hacen botellón aparecen cada fin de semana rodeados de desperdicios, pero hasta ahora los técnicos los recogían a las pocas horas. Sin embargo, ahora se producen casos como el de ayer, cuando unas turistas británicas que paseaban por el casco histórico se encontraron con vasos y botellas de una fiesta de la noche anterior.

Muchos barrenderos afirman que el servicio mantiene la calidad de siempre, ya que el recorte no es «tan grave como dicen». Otros operarios como Sedighi Rad se quejan de que las condiciones han cambiado: «No podemos llegar a los horarios; somos pocos y hace mucha calor». El recorrido que realiza Sedighi ha aumentado, y ahora barre él solo las márgenes del paseo Independencia, además de la plaza de Aragón y la de España. También tiene que limpiar entre las terrazas, «que generan mucha suciedad», porque la máquina de limpieza no puede sortear las mesas.

A pesar de las impresiones de Sedighi, el número de barrenderos que trabajan de forma manual es el que menos se ha reducido tras el recorte: 20 equipos menos, 10 del turno de mañana y 10 del de tarde. Las máquinas motorizadas, que realizan la limpieza en profundidad, salen peor paradas: pierden 8 de sus 20 grupos de trabajo.

Un ahorro de 4,38 millones

El Ayuntamiento de Zaragoza estimó en enero, cuando aprobó el recorte de gastos en limpieza, que el ahorro rondaría los 4,38 millones de euros. El consistorio aspira a alcanzar esa cifra gracias a la reducción de efectivos en las calles entre junio y septiembre, estimada en unos 2 millones de ahorro. Otras medidas, como el uso de agua regenerada, completan la cantidad final.

El consistorio justificó la medida porque en verano «hay menos gente en la ciudad», y la mayoría de servicios disminuyen. Desde el primer momento, el Ayuntamiento defendió que las prestaciones al ciudadano no se verían afectadas.

El recorte también influyó la creación de empleo temporal, ya que no se han cubierto todas las plazas que quedan vacantes por las vacaciones. Esta medida continúa con la reducción de servicio en domingos y festivos, que redujo un 75% el número de operarios trabajando en la calle.