ARQUEOLOGÍA

La necrópolis de Tauste esconde la tumba islámica más antigua de Aragón

El hallazgo demostraría que la fundación de la localidad es anterior a la época musulmana.

Las excavaciones están en la calle del Obispo Conget.
La necrópolis de Tauste esconde la tumba islámica más antigua de Aragón
N. BARCELó

Los análisis de carbono 14 en las tumbas excavadas el pasado otoño en la necrópolis musulmana de Tauste confirman que una de ellas es la más antigua de las localizadas hasta ahora en Aragón. Las dataciones que aporta el método radio carbónico efectuado por el laboratorio de Geocronología del CSIC sitúa una de las tumbas en el periodo comprendido entre 714 y 780, la fecha absoluta más antigua para un individuo enterrado mediante rito islámico en todo Aragón. Las tres tumbas analizadas se han datado entre los años 714 y 1020. El arqueólogo encargado de la excavación explica la disparidad de las fechas por la necesidad de optimizar el uso del espacio. Cuando el cementerio alcanza una extensión considerable se van intercalando tumbas entre las ya existentes.


La excavación en el cementerio, ubicado en la calle del Obispo José María Conget, en el ensanche de Tauste, se realizó por parte de un equipo dirigido por el arqueólogo Francisco Javier Gutiérrez, impulsado por la asociación cultural El Patiaz y el Ayuntamiento. Pretendían conocer con exactitud la datación de los enterramientos que aparecían en aquella zona y que tradicionalmente se habían vinculado con una epidemia de cólera que asoló Tauste hacia el año 1885.


El arquitecto técnico, Jaime Carbonel, integrante de El Patiaz e impulsor del estudio, explica que cuando pudo comprobar que aquellos enterramientos no correspondían a fosas comunes, sino que se trataba de enterramientos individuales y ordenados pensó que podría ser musulmán «al estar ubicado junto a lo que sería el camino principal de acceso a la población».


Carbonel mantiene que «la existencia de un cementerio tan grande en ese lugar significaría que el pueblo ya llegaba hasta allí, lo que justificaba el origen zagrí de la torre como alminar de la mezquita y no mudéjar como siempre se ha dicho, por la existencia de una población numerosa ya en aquella época». «Efectivamente, si Tauste hubiera sido tan solo una humilde fortaleza con pocos habitantes antes de la conquista de Alfonso I el Batallador, no cabría pensar en un alminar tan grandioso como este, que, supuestamente, debía acompañar a una mezquita en consonancia con el mismo», añade Carbonel.


El arquitecto considera también que existen evidencias de tipo constructivo en la torre, hasta ahora considerada mudéjar, de las que se deduce que se construyó antes que la iglesia, por lo que se trataría del alminar de la mezquita que hubo y en cuyo solar se construyó luego la iglesia reutilizando el alminar como campanario.


En la línea de otros investigadores anteriores, Carbonel cita al profesor Íñiguez Almech y, posteriormente, Agustín Sanmiguel Mateo y los arquitectos Javier Peña Gonzalvo y José Miguel Pinilla Gonzalvo, quienes vienen detectando desde hace años la existencia de torres y otras edificaciones catalogadas como mudéjares, cuando realmente se trata de alminares zagríes y construcciones de la época andalusí tanto en Zaragoza capital como en pueblos de la provincia. «Posiblemente, la realización de estudios arqueológicos en los alzados de estos edificios corroboren algún día estas afirmaciones que ya, de por sí, vienen siendo bastante evidentes», concluye.


Reescribir la historia local


Los musulmanes habían entrado en España en el año 711 y llegaron a esta zona del valle del Ebro en 714. La islamización de estas tierras se produjo tras la conversión del conde Casius (visigodo o hispanorromano), señor de la zona y con él la de todos sus súbditos. Cuatro siglos después llegaría la conquista de Alfonso I.


Hasta el momento se ha considerado que cuando Alfonso I conquistó Tauste únicamente existía un pequeño núcleo de población en lo que ahora se conoce como Barrio Nuevo. «Si en la primera mitad del siglo VIII, en el actual barrio del Esporrín ya había un cementerio y, si lo había es porque había una ciudad, lo que demuestra que la fundación de Tauste no es de época musulmana sino anterior», puntualiza Carbonel.


El arqueólogo Francisco Javier Gutiérrez augura un futuro prometedor para Tauste en el campo de la investigación arqueológica y en la puesta en valor del patrimonio y la historia.