AVERÍA EN LOS DEPÓSITOS MUNICIPALES

El agua corriente vuelve a San Mateo tras más de dos días de escasez

Las tormentas del sábado dañaron unos sensores de los depósitos municipales. Este miércoles se restableció el suministro a los hogares.

Los vecinos solo contaron con una cisterna de bomberos
El agua corriente vuelve a San Mateo tras más de dos días de escasez
V. LASALA

San Mateo de Gállego puede volver a abrir el grifo con total seguridad, después de dos días sin agua corriente. El sábado por la noche se produjo una avería en los depósitos, y algunos vecinos empezaron a sufrir los problemas de abastecimiento el lunes por la mañana.


La alcaldesa de San Mateo, Teresa Solanas (PAR), aseguró este miércoles que el corte de agua derivó de la tormenta eléctrica del pasado fin de semana que afectó al suministro eléctrico del depósito que abastece al municipio. «Tardó en resolverse porque no se encontraba dónde estaba el problema, pero el depósito se vació», dijo Solanas. Los cortes de agua solo afectaron a la zona alta del municipio. «Nadie había hecho acopio de agua porque no se avisó», añadió insistiendo en que no se había detectado que hubiese ninguna avería. Cuando se tuvo constancia, se avisó a los Bomberos de Zuera y una empresa local con sede en el polígono para que llevaran cisternas de agua.


Técnicos municipales y de la empresa que gestiona el abastecimiento de la localidad acudieron este miércoles a las instalaciones y repararon los sensores dañados. Durante este miércoles el agua volvió a muchos hogares de San Mateo, y se espera que este jueves se recupere la normalidad, después de dos días complicados.


A raíz de este incidente, en las últimas jornadas se ha generado un gran descontento entre la población, y se han alzado voces que acusan de mala gestión al nuevo equipo de gobierno. De hecho, muchos vecinos hablaron de discrepancias entre el Ayuntamiento y los alguaciles, aunque el responsable de estos últimos, Luis Biel, se apresuró a desmentirlo: «Llevamos años trabajando juntos, y no tenemos ningún problema, ni entre nosotros ni con la nueva corporación».

Negocios cerrados

Durante los dos días que duró el corte de agua, las peluquerías y otros establecimientos no pudieron abrir. Las piscinas tuvieron que cerrar, ya que muchas personas acudían allí para ducharse y saturaban el servicio. Algunos vecinos recurrieron a una acequia cercana para lavar la ropa, sobre todo los más mayores, que habían pasado allí «horas y horas» cuando eran más jóvenes, como recuerda Mª Pilar Mondourrey.


La cisterna traída por los Bomberos y la empresa local alivió un poco la situación, ya que aportaba agua de mejor calidad que la acequia. Aunque muchos ancianos no podían transportar las garrafas llenas, el tanque ayudó a paliar las necesidades de los vecinos hasta la vuelta del agua corriente.