URBANISMO

Rosales del Canal urge a que pinten nuevos pasos de cebra en sus calles principales

La vía de Maurice Ravel, con una longitud de más de 1.400 metros, apenas cuenta con semáforos ni tampoco señalización vertical.

Aunque parece temerario, no hay muchas alternativas para cruzar ciertas calles de Rosales.
Rosales del Canal urge a que pinten nuevos pasos de cebra en sus calles principales
ARáNZAZU NAVARRO

Hace más de un año que lo pidieron al Ayuntamiento, pero todavía no ha habido suerte. Los vecinos de Rosales del Canal urgen a que se pinten pasos de cebra en la calle de Maurice Ravel porque son 1.400 metros de calle en la que no hay ni semáforos, ni pasos de peatones (apenas dos, en un cruce) ni ningún otro tipo de señalización vertical. Hace siete años, cuando comenzaron a llegar los primeros habitantes de Rosales, quizá no se pensaba que esta calle fuera a convertirse en un eje 'cuasi principal', pero la incorporación del campin municipal y la creación del acceso a la antigua carretera de Madrid le han dado un protagonismo inesperado.


«Además también se han construido algunos equipamientos deportivos en la zona de 'Esto no es un solar', que tienen bastante demanda por los jóvenes, y -sin embargo- la fuente está al otro lado de la calle, con lo que tienen que cruzar por Ravel por zonas no habilitadas», comentaba hace unos días Nacho del Corral, de la Asociación de Vecinos Entrelagos. También hay que cruzar la calzada para alcanzar un nuevo parque de mayores casi al final de la vía (a la altura de la clínica) o para acceder a los comercios de la calle de Turina. Hace unos pocos días se produjo el atropello de un menor que, afortunadamente y a pesar de las lesiones, quedó en un susto, pero el suceso fue un crudo aviso que reactivó la reivindicación.


Una gran recta


Además, y aunque no fue el caso del accidente, al problema de la falta de pasos de cebra se le suma otro peor: los coches acostumbran a circular a una velocidad excesiva. La calle es una gran recta y, como en el barrio no suele haber mucho tráfico, hay conductores que aceleran más allá de lo que la prudencia (y el código de circulación) indica.


En los foros de las entidades vecinales se discute si debería haber mayor o menor vigilancia policial (en ocasiones, las patrullas se ponen en zonas en sombra para multar a quienes se saltan los cedas de las rotondas) y se preguntan también si deberían incluirse algunas calles del barrio en el inventario de 'vías pacificadas', esto es, las que está prohibido circular a más de 30 km/h. Por las noches, la zona de Ravel se sume en la oscuridad y los vecinos, además de vallas protectoras en el tramo, también solicitan que se mejore su iluminación.


Las mismas quejas se reproducen en el entorno del colegio público Rosales del Canal, en la calle de Luis Gracia Iberni, donde apenas la señalización vertical advierte a los conductores de que es una zona transitada por niños, que también se las ven y se las desean para cruzar la calzada. Por cierto, que otra 'calzada' está en vías de recuperarse, según lo aprobado por el Gobierno de Zaragoza esta misma semana: si se arreglan las aceras de la antigua carretera de Madrid (entre la calle de Violeta y la Vía Parque), los peatones ya podrán salir a la avenida paseando.


El resto de calles del barrio están bien señalizadas pero en muchos de sus cruces puede verse cómo camiones de gran tonelaje han tenido que subirse a las aceras destrozando no pocos bordillos. Algunas isletas del interior del distrito están hechas polvo lo que, eso sí, se compensa con las enormes rosas que están brotando en el bulevar central de la calle de Beethoven.