El candidato socialista al Ayuntamiento de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, ha propuesto hoy modificar el plan de la Expo para dar uso residencial a una parte del recinto, e incrementar la densidad y edificabilidad en la capital aragonesa hasta 75 viviendas por hectárea, el máximo que marca el PGOU.

Belloch ha presentado en Zaragoza su programa sobre vivienda y rehabilitación, que incluye varias medidas para «reanimar el mercado inmobiliario», en tanto en cuanto era el sector «motor de la creación de empleo» y ahora «ha dejado de funcionar» por la crisis económica y financiera.

El equipo de Belloch, actual alcalde de la ciudad, ha elaborado una batería de medidas, que son «importantes» e implican «cierta radicalidad», con el objetivo de «salvar al sector».

Entre las medidas, se incluyen propuestas para flexibilizar los usos inmobiliarios del suelo, fundamentalmente para hacer posible el paso de oficinas a viviendas en dos zonas de la ciudad, el Casco Histórico y el Parque Empresarial que se levanta en recinto de Ranillas que acogió la Exposición Internacional de 2008.

El «único error» del plan de reconversión de este espacio, ha reconocido Belloch, fue no incluir en él ni un solo uso residencial, que es el que «da vida» a los nuevos espacios, y por ello se propone ahora habilitar, por ejemplo, despachos con viviendas en los edificios Ebro del parque empresarial (los conocidos como cacahuetes), pero no ha concretado ni número ni plazos.

En este caso, ha reconocido, habría que modificar el Plan General de Ordenación Urbana porque el acuerdo que se firmó con los propietarios de los terrenos fijaba únicamente usos para equipamientos.

Además, otra de las medidas clave es incrementar la densidad y edificabilidad hasta llegar al máximo de 75 viviendas por hectárea que marca el PGOU, con una aplicación selectiva, siendo que la media está actualmente en 40.

El PSOE propone, además, negociar con las entidades financieras, que se han convertido en las principales propietarias de viviendas y suelos por los crecientes desahucios para que urbanicen estos terrenos, porque en caso contrario el ayuntamiento optaría por un sistema de gestión directa.

Vivienda accesible

Otras propuestas en esta materia son sancionar a las personas jurídicas que tengan stocks de viviendas vacías; reforzar la eficacia del registro de solares; permitir que los 1.700 inquilinos de las viviendas municipales de alquiler puedan acceder a la propiedad, al igual que los de las plazas de aparcamiento municipal, y crear una categoría municipal de «vivienda accesible».

Se trataría de viviendas con un precio algo más elevado del de las viviendas protegidas, en torno a un 25%, pero sin estar sujetas a las restricciones de las VPO.

El programa del PSOE también incluye propuestas para la mejora de la calidad del suelo público con medidas de «microurbanismo», como ampliar el programa «Esto no es un solar», renovar el mobiliario urbano o suprimir los postes de cableado al aire.

El PSOE tiene además un plan para habilitar una red de baños públicos gratuitos para que los ciudadanos puedan disponer en Zaragoza de estas instalaciones cada 300 metros como mucho.

Se contará para ello con los propios equipamientos municipales, y se está negociando para incluir los equipamientos de otras administraciones, que se identificarán con un logo para que el ciudadano sepa que puede usar el baño de ese lugar.

Además, se negocia con los bares para incorporarlos a este programa. El Ayuntamiento, en este caso, podría asumir el coste de la tarifa del agua de estos locales y analizar fórmulas para colaborar en su limpieza.

En cuanto a las medidas para apoyar la rehabilitación, se favorecerán las opciones de reforma integral o sustitución; se promoverán las cooperativas de gremios, y se agilizarán las tramitaciones de permisos.

El PSOE ha prometido hacer quinientas viviendas al año de alquiler y liberalizar suelo para construir 4.000 viviendas al año, la mitad de protección.