Blog - Tinta de Hemeroteca

por Mariano García

INFRAESTRUCTURA MUNICIPAL

El agua de boca en marzo volvió a ser del Canal

Las obras de mantenimiento y las averías han provocado que desde diciembre el suministro desde Yesa se haya reducido sensiblemente.

Compuerta por la que el agua del Canal Imperial entra en la potabilizadora de Casablanca.
El agua de boca en marzo volvió a ser del Canal
ESTHER CASAS

Las obras de mantenimiento en el sistema de riegos de Bardenas y una avería que interrumpió el suministro desde el Pirineo durante cinco días provocaron que en marzo la mitad del agua de boca que bebieron los zaragozanos volviera a ser del Canal Imperial. A pesar de que el Ayuntamiento suele afirmar que la ciudad se abastece íntegramente con caudales del embalse de Yesa, desde diciembre el porcentaje de suministro procedente del Canal se ha situado entre el 33% y el 60%.

La última avería terminó de repararse el 25 de marzo y fuentes municipales aseguran que desde entonces el abastecimiento de la capital aragonesa ha vuelto a depender de Yesa. No obstante, hay que recordar que el Consistorio ha reconocido que el agua de boca de la ciudad siempre lleva un porcentaje reducido de agua del Canal para facilitar el proceso de potabilización.

Desde el pasado 1 de julio, el Ayuntamiento ha mantenido que Zaragoza ya solo se abastece desde el Pirineo y que el Canal Imperial ha pasado a ser un suministro de reserva. Sin embargo, los datos que manejan la sociedad estatal Acuaebro y la Comunidad General de Regantes del Canal Imperial muestran que tanto en diciembre como en febrero un tercio de los caudales que entraron en la potabilizadora de Casablanca fueron captados del Canal -que a su vez coge el agua del Ebro-. En enero esa cifra llegó hasta el 60%, y en marzo se ha quedado aproximadamente en el 50%.

Esos elevados porcentajes se deben a los trabajos de mante- nimiento que todos los años se acometen entre octubre y marzo en la red de canales de Bardenas. A ese obstáculo ya previsto cuando se inició el abastecimiento provisional desde Yesa hay que sumarle las posibles averías que se producen tanto en el sistema de riegos como en las tuberías y los depósitos que dependen de Acuaebro.

La situación cambiará cuando se ponga en servicio el embalse de La Loteta, algo que en principio sucederá a lo largo de este año. A partir de entonces las reservas de este nuevo pantano situado en las inmediaciones de Gallur permitirán suministrar agua de calidad a Zaragoza aunque la tubería desde Bardenas esté cortada.

No obstante, hay que recordar que en julio del año pasado el alcalde, Juan Alberto Belloch, afirmó que cuando no pudiese llegar agua de Yesa se tomaría de La Loteta. El presidente de la CHE, Rafael Romeo, confirmó entonces que no había obstáculos para hacerlo aunque el nuevo embalse esté todavía en pleno proceso de puesta en carga, pero de momento las palabras de Belloch no se han cumplido -probablemente porque para aprovechar esas reservas hay que hacer un bombeo con el consiguiente gasto energético y económico-.

Fuentes municipales destacan que los cortes en el suministro desde Bardenas están programados y que se producen en invierno, cuando el elevado caudal que presenta el Ebro mejora sensiblemente la calidad del agua del Canal Imperial. Las mismas fuentes recuerdan, además, que cuando la ciudad bebía de este cauce bicentenario también había obras de mantenimiento que obligaban a coger el agua directamente del Ebro a la altura de La Almozara.