TEATRO

Presbíteros y cupletistas viajan en el tiempo

El barrio de San Pablo sirve de escenario para la recreación de diversas historias de carácter fantástico.

Los actores de la compañía Los Navegantes sorprendieron ayer a los vecinos de San Pablo.
Presbíteros y cupletistas viajan en el tiempo
ESTHER CASAS

La actual Escuela Municipal de Música, con su bello patio renacentista, amenazó ruina durante los muchos años en los que apenas fue un almacén de plátanos del Mercado Central. El libro de San Cipriano, con sus conjuros y hechizos, iba de mano en mano entre los monjes dominicos del siglo XVI so pena de arder en la hoguera. En la Royal Concert (antigua Oasis) asesinaron en 1928 a la bailarina Conchita Granados, en un crimen de lo más misterioso.


Todas estas y muchas otras historias son las que escenifican los actores de Producciones Los Navegantes en las visitas teatralizadas que acaban de inaugurarse en San Pablo. «No queremos centrarnos en fechas ni en celebridades, sino en el día a día de la vida cotidiana del Gancho, que es uno de los barrios con mayores atractivos desde que hace 800 años se trasladara el mercado de la ciudad desde Puerta Cinegia a la puerta de Toledo, donde hoy se encuentra la estatua de César Augusto», explica Mariano Lasheras, responsable de la compañía.


Estas visitas, que recorren rincones poco accesibles habitualmente como la Posada de las Almas, la iglesia de San Pablo, el convento de Santo Domingo o la Casa de Amparo, «hablan de la historia de San Pablo, pero también de la coexistencia cultural del presente y, de hecho, concluyen en una tetería árabe con música de un grupo senegalés», explica Lasheras, que junto a Ana Garcés y Jesús Pescador da vida a algunos de los personajes que asaltan a los paseantes por la antigua calle de Los Aguadores. Teatro, danza y acompañamiento musical se dan la mano en una iniciativa que ha puesto en marcha la Oficina del Plan Integral del Casco Histórico.


Las visitas duran dos horas, cuestan dos euros y parece que están teniendo una gran acogida porque las entradas para el próximo sábado ya están agotadas. Aún habrá oportunidad de disfrutarlas los días 7 y 14 de mayo y «dejarse llevar por el embrujo del Gancho porque es una de las zonas con más historia de la ciudad y, además, tiene duende», según recordaba ayer José Manuel Alonso, portavoz de IU y presidente de la junta de distrito.