El Ayuntamiento de Tarazona ha declarado en estado de ruina el edificio número 2 de la calle de la Rúa Alta de Bécquer, en plena judería del municipio. Los propietarios tienen un plazo de dos meses para derribarlo o rehabilitarlo, tal y como salió publicado ayer en el Boletín Oficial de la Provincia.

El inmueble en cuestión se encuentra en estado de abandono y hace unos años motivó la intervención de los técnicos municipales al producirse unos desprendimientos de su alero. «En general todos los edificios de esa calle presentan un aspecto bastante lamentable, aunque este en concreto está ruinoso», señaló el concejal de Urbanismo de Tarazona, Luis José Arrechea. Según consta en el anuncio del boletín, ha resultado «fallido» el intento de notificación personal a los interesados, por lo que con la citada publicación se declara en estado de ruina todo el inmueble y se ordena su demolición o rehabilitación, debiendo presentar el proyecto técnico de derribo en el plazo de dos meses.

Si pasado este tiempo no se producen novedades, el Ayuntamiento podrá optar, según indica el BOP de Zaragoza, entre «la ejecución subsidiaria o la imposición de multas coercitivas, sin perjuicio de la aplicación de las sanciones que pudieran corresponder». De ser así, el Consistorio «asumiría la obra, pasando los costes a la propiedad y podría incluso solicitar algún tipo de sanción económica», indicó Arrechea.

Los problemas con este edificio comenzaron en 2005, tras los desprendimientos. Ya entonces se abrieron diversos expedientes en los que se conminaba a los propietarios a la demolición inmediata del alero del inmueble en un plazo máximo de 48 horas, así como a su posterior reconstrucción en madera. Como no hubo respuesta, se volvió a notificar lo mismo en 2006. Sin embargo, ante la falta de actuación por parte de la propiedad, el Ayuntamiento decidió eliminar el peligro existente desde el exterior del inmueble.

A la vista del estado actual del edificio, ratificado por un informe de los servicios técnicos municipales con fecha del pasado 10 de marzo, y del incumplimiento del deber de conservación por parte de la propiedad, se declara ahora en estado de ruina. Y es que, según el documento municipal, el inmueble se encuentra abandonado y con nulo mantenimiento, habiéndose producido un progresivo deterioro de los elementos constructivos, lo que ha afectado a su estabilidad, estanqueidad y seguridad.

Además, se tiene en cuenta su situación estratégica dentro del entramado de calles que forman el conjunto histórico y artístico de Tarazona, en plena judería, un entorno que el Ayuntamiento pretende recuperar.