El Ayuntamiento de Zaragoza ha empezado a preparar la convocatoria de un concurso público para renovar la concesión del quiosco del Parque Bruil. En los pliegos, según informaron fuentes municipales, se exigirá la demolición del edificio para construir unas nuevas instalaciones, hecho que ha causado preocupación en el barrio de la Magdalena, ya que esta popular terraza está muy vinculada al tejido social de la zona. Los vecinos reclaman que este verano permanezca abierto el quiosco.

Fuentes municipales explicaron que existe un informe de la arquitecta del servicio de Parque y Jardines en el que se dice que «el edificio no está en buenas condiciones». No obstante, las mismas fuentes aclararon que en ningún caso amenaza ruina o tiene problemas graves.

«Se plantea, en base a ese informe, hacer un nuevo quiosco y se aprovecha el concurso de la nueva concesión para construirlo», indicaron. Añadieron que en este momento están en fase de elaboración los pliegos de condiciones. Agregaron que por ahora no se puede establecer un plazo para iniciar el proceso. En la actualidad, los actuales gestores del parque Bruil tienen la concesión prorrogada.

Los planes del Ayuntamiento de Zaragoza han causado mucha preocupación en los barrios de La Magdalena, Tenerías y Sementales, que tienen en el quiosco del parque Bruil uno de sus principales centros de reunión cuando llega el buen tiempo.

David Arribas, portavoz de la asociación vecinal de la Magdalena, explicó que este quiosco «da mucha vida al parque Bruil y es fundamental para los vecinos». En este sentido, mostraron su temor de que la decisión del Ayuntamiento pueda alterar la temporada de verano de la terraza. No en vano, la previsión de los responsables de la concesión era abrir este mes, pero de momento el quiosco sigue cerrado a la espera de que se aclare su futuro.

Arribas consideró que no es necesario construir un nuevo edificio y defendió su reutilización. «¿Dónde nos vamos a encontrar este verano? Además, hay cinco personas que trabajan ahí», lamentó. El portavoz vecinal defendió que, si es necesario hacer obras, se acometan después del verano. Por otro lado, recordó que el quiosco «está muy implicado en el tejido social» y expresó su temor de que se planteen unos pliegos «enfocados a las grandes empresas». Además, también admitió su inquietud de que si el concurso queda desierto, pierdan uno de los puntos de encuentro más concurridos del barrio.