TRANSPORTE URBANO EN ZARAGOZA

Zaragoza, ciudad de tranvías históricos

El próximo día 19 de abril la capital aragonesa volverá a contar con el tranvía como emblema de transporte urbano.ecológico. En 1976 se optó por retirar los tranvías de la ciudad en favor del creciente parque automovilístico.

Cuando Zaragoza tenía 17 líneas de tranvía
Cuando Zaragoza tenía 17 líneas de tranvía

Esta vez sí, vuelven para quedarse; aunque tal vez no debieron irse. Los tranvías circularán de nuevo por la capital aragonesa 35 años después de su desaparición en la madrugada del 23 de enero de 1976. El urbanismo de la década de los 70 los aparcó y olvidó en favor del automóvil, que se imponía con fuerza en las vías urbanas arañando metros de aceras y paseos, fruto de un caos vial que todavía sufre la ciudad en  algunas de sus arterias principales.


El 19 de abril se inaugurará la única línea con la que contará la ciudad, por el momento, y que conectará el barrio de Valdespartera con la Gran Vía, en su primera fase. Desde 1885, año en que comenzaron a transitar los primeros tranvías con tracción de sangre, esto es, tirado por caballos, hasta la electrificación de sus líneas en 1902 y la coexistencia con los trolebuses, fue el medio de transporte más utilizado por los zaragozanos, hasta su desaparición a medidados de los setenta.


El antiguo tranvía zaragozano llegó a contar con 17 líneas que unían los diferentes barrios de la ciudad. La línea 1 'Bajo Aragón' fue la primera en establecerse hasta su supresión, el 10 de octubre de 1975. Cubría el trayecto entre plaza de la Constitución (hoy plaza de España) y la Estación de Cappa (en Miguel Servet), en su primera implantación.


La última línea en prestar servicio fue la número 11 'Parque-San José', que iba de la plaza de España a la del Emperador Carlos, frente al parque Primo de Rivera (hoy parque de José Antonio Labordeta).

 

Entre las más populares estaban la 3 'Torrero', la 5 'Venecia-Delicias' o la 15 'Casablanca'... y así hasta completar las 17 líneas, que convivieron con la red de trolebuses. Algunos modelos, como el de dos pisos, eran adquiridos de segunda mano en Londres.


Un transporte efectivo

Por aquel entonces, entrre el personal del tranvía existían cobradores de billetes, revisores y conductores que se ocupaban de hacer cumplir la normativa y manejar los convoyes con efectividad. Aunque siempre había personas que se colaban y se subían a la trabuca, la parte trasera del vagón. Con todo, no hubo grandes percances en cuanto a la convivencia con otros vehiculos. Eran más ruidosos que el que recorrerá la ciudad el mes próximo pero seguían siendo más ecológicas que los vehículos de motor.


Hace unos días, Fernando Leal, un zaragozano de 87 años que fue revisor del tranvía zaragoza, contaba a HERALDO algunas anécdotas vividas durante sus 40 años de servicio en la compañía: «Cuando dijeron que el tranvía iba a volver, no me lo creía. Y mira ahora. La gente se queja mucho, pero cuando esté terminado, le gustará. Yo puedo decirlo», afirmaba.


Zaragoza mira al futuro con el nuevo tranvía, pero tal vez olvida un poco el pasado. En Aragón existe una de las mejores colección de tranvías históricos del mundo, y todavía no dispone de un espacio habilitado para su exhibición. Actualmente, sigue en vía muerta el futuro Museo del Ferrocarril, y continúa en estudio la implantación de un pequeño recorrido turístico por el Arrabal con un ancho que permitiría disfrutar de nuevo de alguna de estas joyas históricas.