Inmigración

Paciencia para conseguir cita en Extranjería

Los teléfonos de la policía nacional donde los inmigrantes deben solicitar una fecha para concluir sus trámites legales no dan abasto.

La llegada a Aragón de inmigrantes vuelve a remontar lentamente
Un inmigrante observa la Unidad de Documentación de Extranjeros de Zaragoza.
G. ARAGóN

Emna Sferi vive desde hace 11 años en Zaragoza. Tiene en regla sus papeles, aunque debe renovar su permiso de trabajo. Cuenta que siempre ha tenido problemas para conseguir cita en las oficinas de extranjería de la ciudad. Y este año le ha costado un poco más. «Llevo10 días llamando a lo largo de toda la mañana para pedir cita previa», afirma esta tunecina de 34 años, que ayer tuvo que acercarse hasta la Unidad de Documentación de Extranjeros de la Policía Nacional para pedir una fecha para sus trámites.


Desde esa oficina, aseguran que el problema se debe a la gran demanda que existe. En lo que va de año, han recibido a 7.500 personas y han gestionado otras 10.000 citas. Todas estas llamadas deben ser atendidas por dos funcionarias, que además gastan mucho tiempo en dar información sobre trámites de inmigración a quien lo solicite. «Llaman personas que están perdidas en cuanto a lo que deben hacer. Para ofrecerles un servicio de calidad, necesitamos tiempo. Si solo diésemos la cita y ya, no habría ningún problema», aseguran.


En la comisaría de Huesca sucedía algo parecido y hace algunas semanas se habilitó un nuevo número para obtener cita previa para realizar trámites relacionados con extranjería ( 974 23 88 54). En Zaragoza, tanto el 976283727 como el 976436772 están operativos de 9.00 a 14.00, de lunes a viernes. Sin embargo, en Internet hay varios foros que se quejan de que esos horarios no son reales y pocos pueden realmente hablar con alguien después de marcar esos números.


A Sferi le concedieron su cita para dentro de tres meses –el plazo normal en estos momentos- cuando se presentó personalmente a la dependencia de la policía. Ella tuvo suerte. Samir Elfatih, marroquí de 30 años, tiene todos sus documentos y permisos en regla, solo le falta acudir a la policía para que le concedan su tarjeta de residente por trabajo. Lleva dos semanas intentando llamar a los teléfonos que aparecen en el documento que le autoriza a trabajar en Zaragoza, pero no ha podido contactar. «Paso varias horas intentándolo y no consigo que me atiendan. Al venir aquí (a la Unidad de Extranjería), me han dicho que siga intentándolo, no tiene sentido», se queja.


Lissette Hernández, nicaragüense de 28 años, intentó solicitar la cita por esos teléfonos durante 10 días. «Marcaba sin parar, uno siempre comunicaba y en el otro aparecía una máquina de vez en cuando. No creo que los operarios estén siempre tan ocupados», comenta la joven inmigrante. Ella, como la mayoría, decidió acercarse hasta la oficina. «Me dijeron que había una cita para dentro de dos días, por una cancelación», dice.


Según fuentes de la Unidad de Extranjería, ese es otro de los problemas a los que se enfrentan: «Habiendo pedido una cita, mucha gente se va a Calatayud o no viene y no cancela ni avisa, así que saturan las fechas».


Otros, como el venezolano José Gutiérrez, han esperado 3 meses para acudir a la oficina. «Antes estuve casi tres semanas llamando. Y todo para nada», comenta después de haberse presentado ayer con lo que él consideraba sus documentos en vigor. «Tengo el pasaporte vencido, pero con un documentos sellado en mi embajada donde dice que se está renovando, pero nada, no me han aceptado. Por suerte debo volver en unos días, no tengo que llamar para pedir cita».