TRÁFICO

Un radar ligero para multar en las calles

El velocímetro, que está ya en pruebas, se colocará en las salidas de los colegios y en los cruces con carril bici.

Un radar ligero para multar en las calles
Un radar ligero para multar en las calles

La capital aragonesa se ha convertido en una de las primeras ciudades del país en limitar la velocidad de las calles de un único carril a 30 kilómetros por hora, medida que la Dirección General de Tráfico (DGT) quiere generalizar ahora en toda España. Para que nadie pase por alto la prohibición en Zaragoza, la Policía Local acaba de adquirir un radar ligero destinado específicamente a multar los excesos en estas vías, conocidas como zonas pacificadas. Los actuales velocímetros -fijos o móviles- resultan poco útiles en espacios de dimensiones reducidas, de ahí que se haya optado por este nuevo aparato, mucho más ligero y funcional.

El radar llegó hace un par de semanas y está hora en fase de pruebas. De su manejo se encarga un grupo de agentes que ha recibido formación específica, y que ha valorado muy positivamente los primeros ensayos. De hecho, todo apunta a que dentro de muy poco se dará por concluido el periodo de 'cortesía' y se empezarán a tramitar denuncias con normalidad.

Según ha podido saber este periódico, el nuevo velocímetro se instalará principalmente en las puertas de los colegios y en puntos potencialmente peligrosos. Entre estos últimos se incluyen pasos de cebra, cruces con carriles bici o las inmediaciones de centros o equipamientos municipales, donde la afluencia de público es mayor.

La máquina consta de un detector de velocidad y una cámara digital que recibe imágenes de vídeo de forma continua. Basado en la tecnología láser, este sistema permite detectar las infracciones y dejar constancia de ellas a través de las instantáneas, que serán en color y servirán de prueba en los procesos judiciales.

Reconocibles por su trípode

La pericia del operador será importante -de ahí la utilidad de los cursos de formación-, ya que será él quien tenga que dirigir el mecanismo láser a un determinado vehículo. En cualquier caso, como se trata de calles con un único carril, la dificultad a la hora de detectar al posible infractor disminuye.

A diferencia de los coches camuflados equipados con radar, que pasan más inadvertidos, estos nuevos equipos serán perfectamente reconocibles por los conductores gracias a su peculiar trípode. Además, serán instalados en plena calle sin ningún tipo de disimulo. La Policía Local reconoce que lo importante es que los vehículos no rebasen los límites de velocidad, por lo que se da por satisfecha si consigue que las nuevas máquinas tengan un efecto disuasorio.

Aunque se ha pensado utilizar el nuevo radar en los mencionados puntos sensibles de las zonas 30, su versatilidad permitirá cubrir también otras necesidades en cualquier rincón de la ciudad. De momento, solo se ha adquirido un aparato, que has costado unos 40.000 euros. Aunque su precio es alto, es inferior al de otros equipos de control de velocidad que usa la Policía Local de Zaragoza. No en vano, los instalados en tres vehículos de camuflaje costaron entre 50.000 y 60.000 por unidad.

La encargada de suministrar los nuevos velocímetros es Tradesegur, empresa líder del sector y con la que trabaja habitualmente la Policía Nacional y la Guardia Civil. Es esta misma compañía la que se encarga actualmente del mantenimiento de los cinco radares fijos instalados en el casco urbano de Zaragoza, y por los que el Ayuntamiento desembolsó en su día algo más de 500.000 euros. En el contrato de conservación, que tiene una vigencia de dos años y asciende a 46.300 euros, se incluyen las doce cabinas en las que se ocultan, así como el mantenimiento de los velocímetros móviles de la Policía Local.

Año y medio con los 'multacar'

La adquisición del nuevo radar ligero se produce justo un año y medio después de que se compraran los famosos 'multacar'. Si el primero está pensado para sancionar infracciones en zonas pacificadas de tráfico, estos últimos no han parado de multar vehículos en calles con aparcamientos en doble fila. Desde el sindicato UGT, han vuelto a criticar precisamente estos días el que consideran «afán recaudatorio» de estos vehículos. «Son coches que no solucionan las dobles filas, ya que los agentes no intervienen, solo fotografían y se van», aseguran.

Durante las dos primeros meses que estuvieron en funcionamiento, los dos 'multacar' detectaron cerca de 1.700 infracciones en las calles de Zaragoza. Los conductores que las cometieron, recibieron una notificación en las que se les comunicaba que habían sido sorprendido in fraganti. Sin embargo, ninguno de esos avisos se tradujo entonces en multa.

Las denuncias comenzaron a tramitarse a partir del 1 de enero de 2010, y no han cesado desde entonces. Sin embargo, no se han vuelto a facilitar datos sobre el número de personas sancionadas por medio de estos vehículos. Fuentes municipales argumentan que, a la hora de multar, la Oficina de Tráfico de la Policía Local no distingue la procedencia de los boletines. De ahí que no se den estadísticas periódicas sobre el rendimiento de los famosos 'multacar'.


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