El ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol ha expresado hoy su preocupación ante las consecuencias que puden derivarse de las protestas civiles surgidas en los países del norte de África, y en especial en relación al precio del petróleo y ante una posible oleada de inmigración descontrolada.

Jordi Pujol, que se ha desplazado a Zaragoza para impartir una conferencia sobre gobierno y competitividad, ha señalado que nadie podía prever una «explosión» civil como la que se ha producido en los países del Magreb.

«Estamos todos -ha añadido- descentrados y preocupados por las consecuencias que pueda tener, aunque también felices porque esto demuestra la capacidad de reacción de los pueblos frente a las tiranías».

Ha resaltado que estos movimientos no solo pueden repercutir en el precio del petróleo, sino provocar «una nueva, tremenda y grande oleada de inmigración muy descontrolada».

Pujol ha comentado que lleva insistiendo desde hace años en la necesidad de que Europa «se ocupe» del Mediterráneo y, en concreto, de los países del norte de África, «y no lo ha hecho».

«Y conste -ha subrayado- que uno de los países que han intentado hacer algo es España, sobre todo en la época de Felipe González (ex presidente socialista del Gobierno), que fue el que tuvo más sensibilidad con esto».

Sobre la crisis

En relación a la crisis, ha destacado que desde mayo el Gobierno español «está haciendo lo que hay que hacer», siguiendo las instrucciones de la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y dirigentes europeos como la canciller alemana Ángela Merkel.

A su juicio, «la política española, que hasta el pasado mes de mayo, había sido vacilante y errónea, se apoya ahora en decisiones que son las correctas».

Ha explicado que aunque la recuperación económica «está a la vista» la crisis se va a prolongar en España más que en otros países de su entorno, un periodo de tiempo que se prolongará, ha dicho, dos o tres años.

Por otra parte, ha lamentado que se culpe a las autonomías del déficit público, ya que, en su opinión, el Estado es responsable de esta situación al mantener estructuras en temas que no tiene competencia, como sanidad, cultura o educación.

El político catalán, que preside actualmente la Fundación Centro de Estudios Jordi Pujol, se ha referido al 30 aniversario del fallido golpe de estadoo del 23-F de 1981, y ha resaltado que «está claro» que otro «no se puede repetir».

Sin embargo, ha considerado que la democracia española, aunque está consolidada, «no tiene buena salud política, ni entre las relaciones entre la gente ni en el clima general de la sociedad, aparte de la crisis económica, que es grave, y de la crisis política, que es seria en varios aspectos».

A este respecto, ha expresado su preocupación ante el rechazo expresado desde distintas instancias políticas contra el desarrollo de un «auténtico» sistema autonómico, especialmente en relación a Cataluña.Trasvase

Pujol ha señalado, además, que no quería «inmiscuirse» en la polémica suscitada por el presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, al defender la idea de una única cuenca hidrológica en el Mediterráneo que impediría considerar la transferencia de caudales del Ebro como un trasvase.

En su opinión, esta cuestión debe abordarse «a nivel español, y si hay que tratarlo con criterios de solidaridad o no, aunque yo, desde una perspectiva catalana, supongo que no se aplicarán criterios de solidaridad, sino que cada uno es dueño de su agua».