El que fuera uno de los iconos de la Expo de 2008, la noria siria de Ranillas, fue desmontado ayer. El Ayuntamiento ha decidido sustituir sus primitivos radios de madera por otros de acero corten, en una intervención que supera los 80.000 euros. La noria, cuya instalación en 2008 ya costó 439.000 euros, se había deteriorado gravemente en los últimos meses debido al cierzo, las bajas temperaturas y otras condiciones meteorológicas adversas. La nueva estructura metálica, que incorporará las piezas de madera que se puedan rescatar de la original, se montará durante las próximas semanas y previsiblemente esté lista y en funcionamiento en marzo.

Fuentes municipales aseguraron que la decisión de remodelación de la noria del Parque del Agua se realiza para ahorrar y abaratar sus costes de mantenimiento. Las piezas de la madera original -que contaba con 96 cangilones y 24 brazos- presentaban severas grietas e, incluso, había sido necesario colocar sirgas y remaches puntuales para evitar que se partieran algunos elementos.

La noria estaba construida con una madera sin barnices ni protecciones y, supuestamente, precisaba de someterse a un examen de mantenimiento cada dos o tres años. Sin embargo, su mal estado de conservación, el ruido de su quejumbroso eje y algún que otro desplazamiento del mismo debido a la cantidad de peso que soportaba había obligado a 'retocarla' en diversas ocasiones e, incluso, a bloquearla y que no funcionara en los días de más viento para que no sufriera más daños. La consejería de Jerónimo Blasco calcula en torno a un 90% el ahorro en los costes de mantenimiento, gracias a esta intervención que introduce los radios de acero a costa de dinamitar el aspecto artesano original del ingenio hidráulico. El Ayuntamiento, sin embargo, asegura que la noria con estructura metálica es más «sostenible» porque moverá más agua con un 80% menos de consumo energético, «lo que permitirá que en seis o siete años la inversión de esta noria esté amortizada».

El éxodo de los símbolos

Un grupo de 14 artesanos sirios empleó en abril de 2008 cerca de un mes de tiempo para acabar la estructura, que alcanza los 16,5 metros de altura y presume de ser una de las norias más altas de Europa. En todo el mundo hay otras 20 norias de estilo mesopotámico, la mayoría concentradas sobre el cauce del río Orontes, en Siria, y ninguna realizada sobre una acequia como es el caso de la de Zaragoza. Los carpinteros llegados de Oriente ensamblaron con mimo muchas de las piezas que, ahora, se han desechado, a costa de «garantizar la vida útil de esta obra por de 25 años», según fuentes municipales.

El ingeniero de la obra fue Juan Antonio Ros, quien ideó el circuito de canales y una doble red lanzará el agua para alimentar la noria del meandro. Ahora es la empresa Aquagest la que gestiona su reparación de esta pieza que pesa unas 14 toneladas y tiene 16 metros de diámetro.

Hace apenas una semana el Ayuntamiento retiró otra de las intervenciones artísticas de la ribera del Ebro, la escultura Manierismo Rococó, tras los muchos actos vandálicos de los que había sido objeto. La obra del artista estadounidense Dan Graham, un juego de espejos cóncavos que costó 308.000 euros cuando se compró a la Galería Marian Goodman, ha sido instalada en el Seminario.