GRANDES PROYECTOS

Belloch ya no se atreve a dar plazos para el nuevo campo de fútbol

El estudio de viabilidad del futuro estadio se dará a conocer a los grupos esta misma semana.

El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, no se atrevió ayer a dar plazos para iniciar las obras de construcción del nuevo estadio de fútbol. Así lo dijo el regidor municipal, que además dejó en manos del sector privado que se pueda desatascar las fórmulas de financiación. Solo se limitó a decir que en los próximos días se dará a conocer el estudio de viabilidad del proyecto, que permitirá concretar los distintos modelos para pagar el estadio.


Belloch fue muy cauto respecto al campo de fútbol, consciente de las dificultades que está encontrando el Ayuntamiento para sacar adelante el proyecto. En este sentido, dijo que su futuro «dependerá del mercado». «En un momento determinado mandará el sector privado, que es obvio que tiene que participar en el proceso en cualquiera de las fórmulas», afirmó el alcalde.


Y expresó su confianza en que el proceso de venta en el que está inmerso el Real Zaragoza tenga un final positivo. «Creo que, si hubiera una operación adecuada para resolver la situación económica del club, se facilitaría una solución más amplia, en la que participaran las administraciones, pero también el propio Real Zaragoza», explicó el alcalde.


Belloch avanzó que la presentación del estudio de viabilidad es cuestión de días. En este sentido, mañana mismo se podría facilitar el trabajo hecho por la consultora Augeo Sports en el seno de la comisión de Fomento y Deportes. Lo más relevante estará en los tres modelos de financiación que se han planteado para financiar el campo de fútbol.


Ayer mismo, fuentes municipales explicaron que el que tiene más posibilidades de salir adelante es el contrato de obra pública, que pasa por la financiar la construcción con suelo público. En concreto, el 50% del presupuesto se abonaría al principio de los trabajos, con cargo en buena medida a la parcela de usos terciarios situada junto a La Romareda. El resto se pagaría a partir del cuarto año en ocho anualidades, o con determinadas parcelas de suelo por el mismo importe, que se entregarían a la adjudicataria al final de la construcción. También cabe la posibilidad de la permuta. La explotación quedaría en manos de las administraciones públicas y del Real Zaragoza.


En cualquier caso, el alcalde declaró que «lo único seguro» es que el futuro estadio «no puede computar deuda». En este sentido, pierde opciones la idea del grupo constructor Ortiz, que planteó un modelo de pago a 25 años, que dispararía los costes finales de la obra. Fuentes consultadas explicaron que «se podría triplicar» el precio final.


Además, el alcalde aprovechó ayer para corregir al consejero de Economía de la DGA, Alberto Larraz, que afirmó la semana pasada que la participación autonómica en el estadio sería «minoritaria». «Cada peseta municipal será correspondida con una peseta del Gobierno de Aragón», dijo.