TRIBUNALES

El abuelo coraje

José Luis Calvo ha conseguido que se reconozca la pensión de viudedad y de orfandad para su nuera china y su nieta tras un intenso año de lucha.

José Luis, con la sentencia que pone fin a un largo año de trámites burocráticos.
El abuelo coraje
ARáNZAZU NAVARRO

Alicia ya ha cumplido 14 meses, el mismo tiempo que su abuelo, José Luis Calvo, lleva luchando para conseguir que se reconociera su derecho a percibir la pensión de orfandad y también la de viudedad para su nuera, de origen chino. Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Aragón le ha dado la razón, una decisión que ya ha sido ratificada por la dirección provincial del Instituto Nacional de la Seguridad Social.


Para José Luis, todo un abuelo coraje, el proceso judicial resultó complejo y, en ocasiones, desalentador, pero no tiró la toalla. Tanto él como su esposa, María Ascensión, han estado tan implicados en el cuidado de su nieta y de su nuera, Xiuqin Wang, que apenas han tenido tiempo de llorar la pérdida de su hijo, David, que murió en septiembre de 2009 de una leucemia. Tenía 32 años. Su mujer, Xiuqin (o Lucía, como la llaman en casa), estaba entonces embarazada de seis meses, no sabía hablar castellano y tampoco tenía a ningún familiar en Zaragoza.


David era licenciado en Ingeniería Electrónica y había trabajado en una multinacional en Barcelona, pero la empresa aprobó un ERE y se quedó sin empleo. Estuvo cobrando cuatro meses el paro hasta que paralizó la prestación cuando la pareja decidió viajar a China «para buscar una oportunidad laboral». Sin embargo, allí no encontraron trabajo y decidieron volver a España. De nuevo en Zaragoza, acudió al Inem para retomar el paro y no se lo concedieron porque tenía que haber demostrado que había ido al extranjero a trabajar o a estudiar. Antes de que pudiese completar los trámites, murió.


El problema llegó cuando solicitaron el cobro de las pensiones. Entre las causas de denegación figuraba no encontrarse en situación de alta en el momento de la muerte o no haber cotizado, al menos, quince años. José Luis, a partir de ese momento, se dirigió a la Zarzuela, a la Moncloa, al Defensor del Pueblo y al Justicia de Aragón y denunció el caso.

 

Criterio «humanizador»

Así decidió recurrir a los servicios jurídicos de UGT, que se han encargado de la defensa. Carmen Vela, graduada social, explica que, tras una sentencia desestimada en primera instancia, el Tribunal Superior les ha dado la razón aplicando un criterio «flexibilizador y humanizador, y viendo las circunstancias particulares del caso». En la exposición de motivos se pone de manifiesto que «su baja en la Seguridad Social no revelaba su voluntad de apartarse del mundo laboral sino continuar en el mismo con un trabajo más cualificado» y destaca que el fallecido «solicitó la suspensión de la prestación por desempleo al trasladar la residencia familiar al extranjero en busca de empleo».


La dirección provincial de la Seguridad Social ha procedido a ejecutar la sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón. De esta forma, Xiuqin y su hija, Alicia, han recibido las pensiones de viudedad y de orfandad con carácter retroactivo y también han cobrado la prestación de auxilio por defunción (por un importe de 36,07 euros) que en un principio también les denegaron.


«Creía que era justo, aunque todos me decían que no me molestara, que no iba a conseguir nada. Pero nunca perdí la esperanza porque peleaba por ellas». Ahora, con la sentencia firme en las manos, asegura que luchaba por el futuro de su nieta. «Este fallo es importante sobre todo porque mi nuera tiene ya permiso de residencia definitivo y puede solicitar el de trabajo».