LOS AFECTADOS

«En diez minutos llego de casa al trabajo y hoy he tardado 45»

Un grupo de trabajadores del polígono Malpica cuenta el colapso que sufrieron ayer en el camino hacia su empresa como consecuencia del accidente.

Cuando Javier Altabas, un trabajador del polígono Malpica, llegó ayer a su empleo, pensó que había ocurrido algo porque la línea de coches aparcados que suele estar junto a la puerta estaba casi vacía. En el interior, lo mismo. La causa estaba en el atasco provocado por el accidente. La consecuencia, que casi la mitad de los trabajadores de ese turno llegaron tarde.

Roberto León fue uno de ellos. Vive en San Juan de la Peña y su trayecto entre casa y el trabajo suele ser de diez minutos, aunque ayer tardó 35 más. «En diez minutos llego de casa al trabajo y hoy he tardado 45. Siempre me incorporo del tercer cinturón a la A-2, pero estaba cortado por unas obras de asfaltado», comenta Roberto. «Lo peor -añade- es que no había ningún aviso». Eso le obligó a tomar como alternativa la avenida de Cataluña, que también se colapsó.

Como él, María Jesús Lera, otra compañera de trabajo de la misma empresa, se encontró metida en el atasco de la avenida de Cataluña sobre las 8.00 de ayer. «Solo en el giro de la rotonda para cambiar de trayecto he estado cinco minutos parada y, al cruzar el Gállego, hemos estado un montón de tiempo parados totalmente».

Otras dos compañeras: Arantxa Apesteguía y Ana Sobreviela, sufrieron directamente las consecuencias del accidente de la Ronda Norte. Una se incorporó a la A-2 desde la Estación Delicias y la otra lo hizo desde el barrio del Actur. Ambas encontraron un panel informativo en el que avisaba de la existencia de retenciones por un atasco. "Ya no podía hacer nada porque estaba en la autopista", comenta Arantxa. Ambas aseguran que los golpes de chapa son bastante comunes. "Desde que están en obras, los carriles son más estrechos y hay un lío tremendo de líneas blancas y amarillas. A veces, no sabes por cuál tienes que circular", concluye Ana.