TRIBUNALES

Piden 7 años para un joven por atropellar a una mujer que murió dos días después

El fiscal solicita quince meses de cárcel porque no ve relación entre el accidente y el fallecimiento.

El acusado, en 2007, cuando fue enviado a prisión preventiva.
Piden 7 años para un joven por atropellar a una mujer que murió dos días después
HERALDO

La próxima semana se sentará en el banquillo de los acusados Javier Cardoso Ramos para ser juzgado por circular a gran velocidad por varias calles del barrio de Las Fuentes, atropellar a una mujer que cruzaba correctamente por un paso de peatones y darse a la fuga sin atenderla. La víctima, una vecina de la calle de Antonio Maura, falleció dos días después a causa de un infarto de miocardio agudo.


El abogado de la familia de la víctima, Enrique Trebolle, no tiene ninguna duda de que la muerte fue consecuencia directa del accidente, pues la mujer, Pascuala Alquézar Oliete, de 63 años, no tenía ninguna dolencia cardiaca, ni siquiera factores de riesgo cardiovascular. Por ese motivo, considera que lo que hizo el acusado constituye un delito contra la seguridad del tráfico con el resultado de homicidio por imprudencia, por el que le pide cuatro años de cárcel, y otro de omisión del deber de socorro, por el que solicita otros tres años de prisión, además de seis años sin carné de conducir.


Distinta visión de los hechos tiene el fiscal, puesto que no aprecia que haya relación alguna entre las heridas que Pascuala Alquézar sufrió en el accidente y su muerte dos días después. Por eso, acusa a Javier Cardoso de un delito contra la seguridad del tráfico y otro de lesiones por imprudencia y pide 15 meses de cárcel y cuatro de privación del derecho a conducir.


Por su parte, la abogada de la defensa, Olga Oseira, considera que su cliente no es autor de ningún delito y pide su absolución.


El accidente se produjo el 23 de junio de 2007. Sobre las 8.45 de ese sábado, la mujer salió de su casa para ir a hacer la compra. Al mismo tiempo, Javier Cardoso, que entonces tenía 24 años e iba con su novia y un amigo, llevaba un BMW-320, propiedad de su padre y sin seguro en vigor que, según las acusaciones, conducía a toda velocidad por las calles del barrio. En esas condiciones circuló por el camino de Cabaldós y, al llegar a la intersección con Monasterio de Poblet, remontó la acera por la derecha y estuvo a punto de atropellar a Marta J. S., que caminaba por la misma. Tras dar un volantazo para recuperar la trayectoria, siguió sin aminorar la marcha por la misma calle y, al llegar a la altura de un supermercado Simply, dirigió su coche hacia un camión que estaba descargando, con el que casi colisiona. Al llegar a su altura lo esquivó y, sin respetar el ceda el paso de Juana de Ibarbouru, accedió a Monasterio de Cillas, por la que, en el primer paso de peatones existente, cruzaba Pascuala Alquézar.


La mujer fue golpeada con el lado izquierdo del coche y con el espejo retrovisor del BMW, que se arrancó de cuajo. "La peatón cayó al suelo y sin mostrar interés alguno -añade la acusación- y desconociendo si estaba siendo atendida o no, el vehículo huyó del lugar a gran velocidad y haciendo eses".


A consecuencia del golpe, Pascuala Alquézar fue atendida de varias heridas contusas en la cabeza, en la cara, en una pierna y en un brazo, así como en la región abdominal y la mamaria. En el hospital Miguel Servet se le diagnosticó un traumatismo craneoencefálico, le dieron varios puntos de sutura y recibió el alta el mismo día.


El letrado de la acusación mantiene que hasta el momento del atropello, la mujer gozaba de buena salud y no tenía riesgos cardiacos, por lo que el infarto que sufrió dos días después en su casa fue producto de los traumatismos sufridos, en especial el de la zona mamaria. Para demostrar este extremo, solicitó una prueba para cuantificar el calcio en las arterias coronarias. También está citado el prestigioso médico Carlos Valcarreres, jefe del servicio de Cirugía General del Hospital Provincial.