CAJAS

Piden seis años de cárcel para el director de una sucursal por engañar a un cliente

El fiscal acusa al responsable de la entidad de manipular documentos mercantiles y de apropiarse de 8.020 ? del denunciante.

La Audiencia Provincial de Zaragoza tenía previsto juzgar ayer a un ex director de la oficina de La Caixa en la calle Juana Ibarburu de Zaragoza, de nombre Félix M. G., como presunto autor de un delito de apropiación indebida, en concurso medial con otro de falsedad en documento mercantil. La Fiscalía considera que el responsable de la entidad engañó a un cliente al que asesoraba en sus inversiones, haciéndole creer que estas le estaban reportando importantes beneficios, cuando en realidad había perdido prácticamente la mitad de su dinero.


Según el ministerio público, el cliente abrió las cuentas de inversión entre 1997 y 1999, y en este periodo compró participaciones en varios fondos por valor de 55.068 euros. Hasta el verano de 2006, cuando se descubrió el presunto engaño, acusado y cliente habían mantenido una buena relación. "Entre ambos sujetos se estableció una relación personal que iba más allá de la mera vinculación comercial entre empleado de la entidad inversora y cliente de la misma, siendo de plena confianza, incluso de familiaridad y amistad", dice el fiscal.


Dada esa buena sintonía, el cliente no podía imaginar que la información que periódicamente le remitía el acusado era irreal. Sin embargo, cuando el director de la sucursal empezó a utilizar el correo electrónico en lugar de certificaciones oficiales para informarle del estado de sus cuentas, el cliente comenzó a sospechar. Para aclarar sus dudas, el hombre se presentó en la oficina bancaria, donde le confirmaron que el saldo de sus cuentas era muy inferior al que le habían hecho creer.

Auditoria interna

Una auditoría interna de la caja reveló que los fondos contratados para el cliente eran de renta variable, y habían generado unas minusvalías que le ocultó. De hecho, según el fiscal, el ex director de la sucursal le comunicó en un correo electrónico al perjudicado que tenía un saldo de 114.382 euros, cuando en realidad este ascendía a 30.825. Por ello, su abogado le reclama ahora la diferencia.


La auditoría sirvió también para detectar que el acusado detrajo de forma indebida 8.020 euros de las cuentas del cliente, cantidad que ahora se le exige que devuelva en concepto de responsabilidad civil. La defensa, por su parte, niega los hechos y solicita la absolución para el ex director de la sucursal.