TERRORISMO

El hijo de una víctima del Corona pide que se aclare la autoría del atentado

La Delegación del Gobierno le facilitará la documentación de los archivos relacionados con el incendio de 1979, donde hubo 79 muertos y 113 heridos.

Juan Ramón Vigón, delante del hotel Corona.
El hijo de una víctima del Corona pide que se aclare la autoría del atentado
CARLOS MONCíN

Primero se empeñó en conseguir una medalla para una víctima del hotel Corona de Aragón y llegó hasta el Tribunal Supremo, donde se declaró que el incendio fue un atentado y el Gobierno tuvo que otorgarle la condecoración. Ahora reclama que el Estado averigüe quién cometió esa acción terrorista ocurrida en 1979, con 79 muertos y 113 heridos, y sin aclarar todavía.


Juan Ramón Vigón, hijo de una víctima del Corona, se trasladó el pasado martes a Zaragoza para mantener una reunión con un responsable de la Delegación del Gobierno en Aragón y le planteó la posibilidad de recibir documentación de los archivos oficiales.


"Quiero conocer la verdad del atentado del hotel Corona y quién cometió el atentado. Sea ETA, el FRAP, la CIA o las cloacas del Estado", explicó Juan Ramón Vigón. "Todo está prescrito, no es tanto por cobrar ni por venganza, pero saber si había alguna orden escrita al gobernador civil Francisco Laina que negaba a los medios de comunicación la posibilidad de un atentado". Así lo sostuvo como testigo el periodista de HERALDO, Alfonso Zapater, a raíz de la publicación en este diario de unas imágenes inéditas del incendio.


Ley de Memoria Histórica

El delegado del Gobierno en Aragón, Javier Fernández, confirmó ayer a HERALDO que los documentos del archivo sobre el Corona de Aragón se facilitarán a este ciudadano después de recibir una petición formal porque le asiste la ley de Memoria Historica. Aun así, es complicado hallar rastros.


Vigón es un militar en la reserva, hijo del general de Artillería Juan Vigón Sánchez y María Concepción García Llorente, quien falleció una semana después del incendio. Estaba en la Academia General Militar para recibir el despacho y su padre no pudo llegar a entregárselo, como estaba previsto, ni él pudo auxiliarles durante el fatal incendio.


En su discurso sostiene que "la sociedad democrática no puede dejar sin resolver un atentado ocurrido hace más de 30 años porque España ha reconocido que las víctimas de ese incendio son víctimas de terrorismo".


Después de las Navidades y a raíz de la imposición de la medalla el mes pasado, una familiar que convivió el drama en el Corona le aclaró las dramáticas circunstancias en que falleció su madre, que estaba hospedada en la séptima planta. "Bajamos las escaleras hasta un descansillo donde ya no pudimos seguir porque estaba negro de humo y se fue llenando de más humo. Algunas personas se subían al borde de la ventana y se tiraban o se caían porque otros empujaban al querer respirar. Tu madre me preguntó si se tiraba y yo le dije que no, que aguantara y ella se agarró, pero la gente empujaba y ella se quedó agarrada a la barandilla. El humo era resbaladizo y se le fueron las manos. Todavía tengo grabada su mirada...".