LOS PRIMEROS

"Llegar aquí fue una aventura"

Víctor Diloy y Magdalena Cabré viven en la primera parcela que se entregó en Valdespartera. "No había absolutamente nada", recuerdan.

Víctor Diloy y Magdalena Cabré, en su portal, la primera promoción de Valdespartera.
"Llegar aquí fue una aventura"
A. NAVARRO

Cuando vinimos aquí no había absolutamente nada. Nuestro piso y poco más. Para hacer cualquier cosa tenías que coger el coche. Para cualquier cosa". Víctor Diloy reitera la necesidad de usar el vehículo que tenían al llegar a Valdespartera. Sin nada en el nuevo barrio, para todo había que desplazarse a Casablanca. Y para ir hasta allí no había autobús. El aspecto estepario del barrio ni siquiera intimidaba, ya "siempre que salías de casa, ibas directo al coche".

"Esto al principio era la ciudad sin ley, llegar aquí fue una aventura. Casi todos los edificios estaban en obras y se levantaba mucho polvo, por mucho que limpiabas se volvía a ensuciar", recuerda Víctor. El problema de la suciedad existían dentro y fuera de las casas: "La gente que llegaba se empezaba a montar las cocinas y se acumulaban los cartones por todos lados, y como la limpieza pasaba a recoger solo de vez en cuando...".

Hace solo cuatro años desde aquello, pero el barrio ha cambiado de manera radical. Víctor cree que la clave de la transformación ha sido "que ha venido gente a vivir". Con la población han llegado las mejoras, y estos vecinos pioneros valoran especialmente una de ellas: "El autobús ha sido crucial, porque al principio la C3 no llegaba a todo el barrio y tenía unas frecuencias que, si perdías uno, ya llegabas tarde. La gente lo ha agradecido mucho".

Sin embargo, aún hay cosas que se echan en falta. La principal, dice, "una farmacia". También "los equipamientos deportivos". Lo que ya ha llegado, tras cuatro años, es "el ambiente de barrio", que cada vez se nota más: "El fin de semana es una pasada, los parques se ven con mucha gente con niños".