El tranvía, en 'territorio hostil'

Pero si te puedes subir en marcha!". Fue uno de los comentarios que el tranvía levantó ayer a su paso por Gran Vía. Con su lenta entrada en pruebas en esta céntrica calle, el vehículo ya ha pasado por todos los tramos del trazado entre Valdespartera y la plaza de Paraíso.

El ensayo de ayer fue un paseo por 'territorio hostil', ya que Gran Vía ha sido la calle que más ha sufrido las obras -hubo que levantar y cambiar el cubrimiento del Huerva- y sus comerciantes y vecinos han sido los más reivindicativos. Miguel Ángel Muñoz, de la tienda de equipos médicos 'Fundación García Muñoz', dijo que "han sido meses muy duros, el que no vive aquí no lo puede saber". Señala que con las vallas de obra, le entraron "tres veces a robar", y critica el resultado de la obra: "Cuando llueve mucho, me entra agua en la tienda".

Joaquín Corres, portero del 17 duplicado de Gran Vía, señaló que "a los vecinos no les hace mucha gracia a ninguno", pero confió en que "a largo plazo merecerá la pena". "Verlo en movimiento es bonito, la verdad", añadió. Pilar y Paz, vecinas de la zona, pronosticaron que "será útil para la ciudad", y lo calificaron de "moderno y bonito", tras dar marcha atrás en su recorrido para ver su paso por el centro de Zaragoza.

El tranvía fue la estrella de la mañana en Gran Vía, con vecinos y paseantes haciendo fotografías del momento. Sin embargo, fue una primera prueba de contacto con la zona, en la que los convoyes recorrieron el paseo a baja velocidad, algo que llamó la atención a los viandantes. En abril, cuando comience a dar servicio, aumentará su ritmo.

Además, en su paseo no se activaron los semáforos, por lo que varios operarios fueron 'abriéndole el paso' y controlando los pasos de cebra para evitar problemas. El tranvía no volverá a esta zona hasta finales de abril, ya que en los próximos días se levantarán las vías del cruce con Goya, para reponer los daños causados en su instalación sobre la cubierta de la estación de Goya.