HERALDO ABIERTO

Parquin o solar, todo es aparcar

La capital aragonesa está salpicada de solares que se usan como estacionamientos pese a no estar acondicionados para ello. Son una solución a la falta de plazas aunque deberían controlarse, según algunos vecinos.

Otro estacionamiento improvisado, en la avenida de Cataluña.
Parquin o solar, todo es aparcar
P. F.

Alivian el problema de estacionamiento en la ciudad. De eso no hay duda. Por ello, numerosos solares de la ciudad que se utilizan como párquines carecen de una regulación y una vigilancia específica. Los hay de titularidad pública y privada y, por lo general, no generan malestar vecinal, ya que cualquier ciudadano puede hacer un uso gratuito de estos aparcamientos.


Sin embargo, no todos los usuarios y vecinos de estos párquines están de acuerdo. Blanca Lahoz suele aparcar en el solar que se encuentra en el zaragozano barrio del Actur, entre las calles José Pardo Asso y M. Marraco Ramón, junto a la calle María Zambrano: "Dejo el coche aquí porque mi trabajo está my cerca. Es una ventaja, pero he tenido alguna sorpresa que otra", cuenta Blanca. Y es que en más de una ocasión, sobre todo durante las fiestas del Pilar, los coches aparcados en esta zona han sufrido la rotura de lunas, retrovisores y otros desperfectos. Blanca Lahoz también añade que "cuando llueve se convierte en un barrizal". "Un día, hasta me tuvieron que ayudar a empujar el coche para poder salir", afirma.


Para Clemente Huerta, vecino del Actur, estos solares "descongestionan un barrio con mucha demanda de plazas de apcarcamiento", cuenta. Y se lamenta de que en este caso concreto se haya reducido aún más el espacio: "Antes de que se construyera la actual Escuela de Arte había varios solares más donde estacionar sin problema. Ahora, dependiendo de las horas, no hay sitios libres en el solar", afirma Clemente.


Otro ejemplo de este tipo de párquines en Zaragoza es el que se encuentra junto a la Casa Solans, en la avenida de Cataluña. Allí existe un gran solar donde aparcan habitualmente decenas de coches y furgonetas. El terreno está en desnivel y sin asfaltar y se convierte en un barrizal. "¿No se podría adecentar para permitir el aparcamiento con garantías? O, en caso contrario, vallar el solar y prohibir aparcar", se queja Raquel González, vecina de esta zona sita también en la margen izquierda del Ebro.


Recientemente, ya se citaron a través de estas páginas otros casos similares en el entorno del Parque Grande y en el barrio de La Almozara, en Zaragoza. La casuística de estos solares, públicos y privados, dificultan una intervención municipal en este tipo de espacios.