OBRAS DEL TRANVÍA

Fomento ya advirtió del riesgo de que se dañara el túnel de Goya

La dirección de la obra del tranvía fue alertada y su responsable, la consultora Ayesa, es la misma que supervisa los trabajos del apeadero ferroviario.

No fue un simple fallo de un operario lo que llevó a que la lámina de impermeabilización del túnel de Goya acabara perforada y lo que ahora obligará a levantar la obra del tranvía. El Ministerio de Fomento, a través del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), advirtió a las propias contratistas, con antelación al inicio de las obras del tranvía, de la existencia de esa lámina y de la necesidad de extremar las precauciones para evitar los daños que finalmente se produjeron, según apuntaron fuentes cercanas al ADIF.


Pero la cadena de errores es aún más sorprendente por el hecho de que la empresa que dirige las obras del tranvía, la consultora Ayesa junto a Ingerop y Sering, es la misma encargada de supervisar los trabajos de la estación de cercanías que se construye justo debajo del tranvía. Este último contrato se le encargó a Ayesa este verano junto a la ingeniería Intecsa-Inarsa, antes de comenzar las obras de cimentación y de la losa del cubrimiento en el cruce con Gran Vía.


Estos trabajos, que incluyeron la instalación de una capa impermeabilizante, se adelantaron contra reloj el pasado verano para permitir el tendido de la plataforma del tranvía en el citado cruce de Goya. "Se les advirtió expresamente y se les comunicó que la impermeabilización del túnel y del apeadero de Cercanías había superado las pruebas de estanqueidad", señalaron.


Descoordinación en evidencia


Por la dirección técnica de las obras del tranvía, la unión de empresas encabezada por Ayesa cobrará 5,6 millones de euros y por la del apeadero ferrovario, algo más de 1,4 millones. Este último contrato obliga a la contratista "al análisis del proyecto constructivo, el control presupuestario y de programación de los trabajos, la supervisión de la obra ejecutada, el seguimiento del programa de obras establecido en la licitación y el control de calidad y vigilancia de las obras".


Pese a las advertencias, los operarios del tranvía perforaron la lámina de impermeabilización este otoño al fijar los encofrados utilizados para hormigonar la plataforma del tranvía. Tras intentar apañar una reparación sin éxito, los responsables del ADIF exigieron el pasado día 2 que se levantara el tramo de vías en el cruce de Goya para sustituir la lámina dañada. De nada sirvió que las empresas contratistas del tranvía, FCC y Acciona, plantearan otra solución alternativa para no rehacer la obra, mediante la colocación de una membrana de poliuretano, ya que la única garantía de que quedara perfecto y evitar futuras goteras y filtraciones pasa por rehacer la impermeabilización. El Ayuntamiento tuvo que acatarlo y en enero acometerá la reparación, retrasando un mes la apertura al tráfico del cruce de Goya.