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Las tiendas de ropa y tecnología sufren hasta tres hurtos menores cada semana

Los ladrones sustraen siempre objetos de menos de 400 euros para evitar penas de cárcel.

Las tiendas de ropa y tecnología sufren hasta tres hurtos menores cada semana
Las tiendas de ropa y tecnología sufren hasta tres hurtos menores cada semana
ESTHER CASAS

"¿Reconoce usted que sustrajo estas gafas de esta cadena comercial?". La magistrada le hace la pregunta a una joven de unos 30 años. No va mal vestida y tampoco parece intimidada.

-"Es que si llego a saber que tenían alarma, no las hubiera cogido", asegura con aplomo la supuesta infractora.

-"Bueno, entonces lo reconoce. Le impongo el pago de una multa al día de 4 euros durante un mes", prosigue la magistrada.

-"¿Qué unas gafas de 4 euros me van a costar 120? Esto es una vergüenza", resopla la mujer.

Las palabras no son literales, pero están basadas en un hecho real y se repiten con más frecuencia de la que se piensa. Según fuentes del sector, una tienda de tamaño medio de ropa juvenil, perfumes o tecnología puede sufrir de 2 a 3 hurtos de menos de 400 euros -los que no tienen responsabilidad penal- cada semana.

Las tácticas de los infractores son de lo más variopinto: forrar bolsos y mochilas con papel de aluminio para que no piten las alarmas, arrancar las etiquetas o usar el propio cuerpo: arramplar con todo lo que hay en el mostrador y salir corriendo a la calle, donde le espera otro compinche o un coche.

"En estos robos lo que hay es mucha cara dura -reconoce una dependienta de una conocida tienda de ropa juvenil-. Muchas veces son mujeres que llevan faldas largas, y se van metiendo todo dentro o en la ropa interior. Cuando entra una, si pasas al minuto por la mesa donde acaba de estar, ves las alarmas arrancadas. Otras veces, recortan el lugar donde está anclada y dejan el agujero en la ropa", comenta la joven. "Yo les he dicho: si me lo pagas, no te denuncio. Y no quieren. Entonces hay que llamar a la Policía", explica.

Mantener un nivel de vida

En los últimos meses, estos hurtos se han disparado, si bien los expertos en seguridad insisten en que la mayoría no son por necesidad. "Todos los hurtos han aumentado y principalmente se roba para mantener el nivel de vida que se tenía antes de la crisis, por eso no hay tanto hurto famélico (el que se hace para poder comer), sino de electrónica, videojuegos, ropa o artículos para venderlos luego en internet", aclara David Vela, de sistemas de seguridad Anvela.

No obstante, insiste en que a pie de calle, no se están vendiendo muchos más sistemas de seguridad. "Los comercios están tan mal económicamente que prefieren asumir el hurto que invertir mucho en sistemas que lo frenen".

El último balance de la Asociación Española de Codificación Comercial (AECOC) indicaba que el coste de la 'pérdida desconocida' -causada por robo de clientes, de trabajadores o por errores de almacenaje de productos- representa entre el 1 y el 2% de la facturación de cada compañía, aunque en casos concretos puede llegar al 5%. Los hurtos externos de menos de 400 euros suponen el 60% de la pérdida desconocida; mientras que el 30% es por hurto interno y un 10% por fallos de almacenaje.

Robos organizados

Trabajadores de grandes superficies aseguran que a veces los hurtos son robos de gran valor que se consumen en 'tandas'. "Ningún ladrón sobrepasa en cada artículo los 400 euros. Roban, van al aparcamiento, lo meten en el maletero y vuelven a por otra cosa, así sustraen mucho más de 400, pero nunca les pillan con todo", dicen.

Ahora bien, José Antonio Pueyo, presidente de la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios (ECOS), asegura que, de momento, no se han detectado hurtos a la carta o por encargo.

No obstante, el azote en las grandes superficies es permanente. "En nuestras tiendas lo notamos especialmente en ropa y alimentación", aseguran. Entre otras cosas, han constatado que estas fechorías son cometidas por grupos de forma organizada y reiterada, por lo que a veces los malhechores son conocidos por los comerciantes. "En ocasiones son ciudadanos del Este, pero también hay gente que no da el perfil", aclaran. "Aprovechan las horas de máxima afluencia y cuando hay menos personal en las tiendas", añaden. Se ha detectado también un incremento de fraudes con documentación falsa o datos incorrectos.

¿Cómo se defienden las tiendas?

Los comerciantes se blindan con un incremento de personal de seguridad y, si no es posible, encargan a algunos de sus vendedores que estén especialmente pendientes de la entrada de personas sospechosas.

Los medios 'pasivos' que se aplican son mejorar los sistemas de CCTV -circuitos cerrados de televisión- o colocar sistemas más modernos de detección, como arcos preparados para localizar las bolsas aluminizadas. No obstante, la videovigilancia es más indicada para controlar el 'hurto interno', perpetrado por los propios trabajadores, aunque es incuestionable su efecto disuasorio para el resto.