El tacógrafo revela que el autobús de GM iba a 90 km/h segundos antes de chocar con el coche

La última vez que el conductor del autobús de General Motors (GM) pisó el acelerador el pasado viernes, antes de sufrir el accidente detrás de la estación intermodal, el vehículo alcanzó los 90 kilómetros por hora. Apenas unos segundos después, colisionaba con el turismo Mitsubishi y perdía el control, para precipitarse luego desde una altura de diez metros. Así lo revela la lectura del tacógrafo, que confirma también que el autocar circuló por encima del límite de 50 km/h durante un largo tramo. Esta información está ya en manos del titular del Juzgado de Instrucción número 11 de Zaragoza, a quien ha correspondido la investigación del siniestro. El magistrado dispone también ya del avance del atestado de la Policía Local, aunque no está completo y faltan por practicar algunas diligencias. La más importante, la toma de declaración del chófer.

Como adelantó este periódico el pasado sábado, en el momento exacto del impacto con el coche, el autobús de Therpasa circulaba a algo más de 80 kilómetros por hora. Ese es otro dato que ha confirmado el sistema de control de velocidad del vehículo siniestrado, que ha sido analizado e interpretado por los peritos. Además de en el exceso de velocidad, el avance del atestado policial hace también hincapié en la incorrecta ubicación del autocar en la calzada. De los cuatro carriles que existen en este punto, circulaba por el situado más a la derecha, que le obligaba a girar hacia la avenida de Navarra. Sin embargo, el conductor hizo caso omiso de la señalización horizontal y trazó una línea recta. Fue esta maniobra antirreglamentaria la que le hizo embestir al turismo, que sufrió daños en el lateral derecho.

En el informe que tiene ya en su poder el juez instructor, se incluyen una serie de fotografías -de los dos semáforos arrancados, huellas de rodaduras sobre las isletas y la acera, la barandilla rota- y varios croquis que reflejan con precisión cuál fue el proceder del autocar. Se acompañan de todo tipo de mediciones, con las que se trata de avalar la principal hipótesis de investigación sobre las causas del accidente: el exceso de velocidad y una incorrecta ubicación en la calzada.

El juez llamará a los testigos

Entre el material probatorio con el que cuenta el juez instructor figura también una larga relación de testigos. La mayoría, trabajadores de GM que viajaban en el autocar de Therpasa. Habían salido del turno de noche a las 6.00, por lo que muchos de ellos iban todavía dormidos cuando se produjo el accidente. Sin embargo, otros estaban despiertos y pudieron darse cuenta de todo. Como también informó este periódico, los operarios confirmaron a la Policía que el vehículo iba por el carril derecho y con más velocidad de la debida. Ahora, tendrán que volver a relatar lo sucedido al magistrado que investiga el suceso, que no tardará en llamarles a declarar en sede judicial.

La que también tendrá que acudir a los juzgados de la plaza del Pilar será la pareja que circulaba en el turismo Mitsubishi. Aunque su coche sufrió un fuerte golpe en el lateral, ninguno de sus dos ocupantes sufrió lesiones. Su conductor, impresionado al ver precipitarse al autobús, tardó en poder recuperarse. Por ello, fue su compañera la que se apeó y llamó enseguida al 112 para informar del accidente. Como contó su familia a HERALDO, el autocar les pasó al lado "como si fuera un tren".

Aunque la Policía Local hizo el pasado domingo un llamamiento para tratar de localizar más testigos, nadie ha respondido todavía a la petición. El accidente se produjo sobre las 6.40, y a esa hora el tráfico por la avenida Ciudad de Soria era escaso.