TRIBUNALES

"Yo no he matado a nadie ni he estado nunca en La Almunia"

Los acusados del asesinato de un joyero niegan en el juicio los hechos, pero un testigo les vio salir del establecimiento y los volvió a identificar ayer.

El presunto autor material del crimen.
"Yo no he matado a nadie ni he estado nunca en La Almunia"
VíCTOR LAX

El rumano Nicolae Viorel Muresan y el moldavo Vladimir Lozovan negaron ayer ser las personas que asesinaron el 21 de marzo de 2007 a Juan Carlos Lafuente Callejero tras asaltar su joyería, en la plaza de la Paz de La Almunia de Doña Godina. "Yo no he matado a nadie ni he estado nunca en ese pueblo", dijo el primero, considerado autor material del disparo que atravesó el corazón de la víctima. Lo mismo dijo después su compañero, quien supuestamente estuvo vigilando en la puerta del establecimiento para impedir que entrara nadie.


Los procesados, para los que las Fiscalía pide penas que suman 55 años de prisión, fueron detenidos meses después del crimen: uno en Las Palmas de Gran Canaria y otro en Italia. La Guardia Civil llegó a ellos gracias al coche con el que presuntamente huyeron tras el golpe, un BMW de color verde que abandonaron después en Algora (Guadalajara). Sin embargo, los acusados mantienen que ese día les robaron el coche dos compatriotas.


"Yo llevé a Vladimir a la estación de Zaragoza, donde iba a coger un autobús a Barcelona. Cuando ya lo había dejado, se me acercaron dos personas que hablaban rumano y me dijeron que querían comprar el BMW. Entré con uno de ellos a tomar un café, y cuando llevábamos un rato hablando me dijo que iba al baño. Ya no volvió, y cuando salí a buscar el coche me lo habían robado", declaró ayer en el juicio Nicolae Viorel.


Sin embargo, un testigo protegido identificó ayer en sala a los dos procesados como las personas que salieron corriendo de la joyería con el botín. Ya lo había hecho antes en dos ruedas de reconocimiento. "Yo caminaba por la acera de la tienda cuando me llamó la atención que hubiera un individuo vigilando en la puerta. Llamé entonces a la Guardia Civil. Poco después, se oyó un ruido extraño y este hombre entró en la joyería. Al poco rato, salieron los dos corriendo y se subieron en el BMW", declaró este testigo. También fue él quien encontró sin vida a la víctima, en la trastienda del establecimiento. Durante la primera sesión del juicio, que continúa hoy, comparecieron otros testigos presenciales. Y aunque reconocieron que vieron cómo dos hombres huían en el BMW, no pudieron identificarlos.


Una amiga de los acusados, que llegó a mantener "rollos puntuales" con Nicolae Viorel, confirmó que ambos pasaron la noche anterior al crimen en Alfamén. Dijo también que Nicolae le había regalado unos pendientes y un par de anillos, y que este le había revelado que atracaba joyerías. A preguntas de la Fiscalía, la testigo reconoció también que el procesado le había dicho que tenía un arma de fuego, que llegó a ver en una ocasión. De hecho, cuando le enseñaron la pistola Bereta que la Guardia Civil encontró junto a la cuneta de la A-2, la mujer aseguró que era la de Nicolae.