Blog La voz de mi amo

por Matías Uribe

HERALDO ABIERTO

Carrera de obstáculos en la vía pública

El mobiliario urbano aporta servicios y equipamientos a los vecinos de Zaragoza, aunque, en determinadas zonas de la ciudad, su acumulación excesiva puede suponer un deterioro estético del espacio y casi una dificultad añadida al tránsito de los ciudadanos.

Plaza de España. Uno de los principales objetivos de la reforma del paseo de la Independencia y la plaza de España era lograr mayor espacio para los peatones, pero la colocación de su mobiliario urbano tal vez no sea la más cómoda para el viandante.
Carrera de obstáculos en la vía pública
P. Z.

Cumplen su función en la casi totalidad de los casos, aunque también pueden representar un obstáculo para los usuarios de la vía pública. El mobiliario urbano y otros elementos que conforman el entramado de la ciudad, como farolas, cajas semafóricas, contenedores, etc., representan, en ocasiones, un estorbo para el tránsito de viandantes en la ciudad.

No es difícil encontrar una concentración masiva de estas piezas en algunos puntos de la capital aragonesa. En el entorno de la Puerta del Carmen, en la esquina entre Hernán Cortés y el paseo de Pamplona, el número de estos elementos dispuetos sobre la acera es abrumador: postes de farolas y semáforos, cinco cajas de regulación semafórica, paneles informativos, quioscos mal situados, una cabina telefónica? un abigarramiento excesivo en una zona muy transitada, tanto por peatones, en sus aceras, como por vehículos en sus calzadas que, por si fuera poco, se encuentran en muy mal estado.

Para el peatón que transita por este embudo zaragozano la travesía se convierte en una suerte de eslalon en el que hay que sortear los diferentes elementos que pueblan esta esquina, junto a la Puerta del Carmen.

La plaza de España tampoco se libra del exceso de 'muebles' urbanos, aunque su espacio público sea mayor. Los problemas de tránsito peatonal en esta zona se concentran junto al edificio del Banco de España. En este lado de la plaza se encuentran un buen número de elementos que imposibilistan el uso y disfrute de este céntrico lugar: una caseta de información sobre el tranvía, la estación de bicicletas de alquiler, un quiosco de la Once, un 'mupi' publicitario, varias paradas de autobús y bancos situados de espaldas a la plaza, rompen con la diafanidad que debería tener una de las plazas más emblemáticas de la capital aragonesa.

Fuentes municipales del Ayuntamiento señalan que, en ambos casos, el mobiliario urbano y el resto de elementos cumplen su función, aunque, también reconocen que "el entorno de la Puerta Carmen ha quedado obsoleto y, todavía, es consecuencia del desarrollismo de la década de los sesenta, cuando primaba más el tráfico de vehículos que el peatonal". Desde el Consistorio se afirma que siempre se busca la mejor solución para cada caso.