Son las 8.40. La fila en la parada de autobuses de Gascón de Gotor no para de aumentar. Muchos necesitan coger la Circular 1 para llegar a tiempo a sus clases en la Escuela de Idiomas o la Universidad. Llega un bus, pero va demasiado lleno y pasa de largo. Con el siguiente ocurre lo mismo. Seguramente, el siguiente irá casi vacío, pero se hace tarde y varios cogen un taxi o emprenden la carrera. "Tomo el bus para ir a clase dos veces por semana, pero en la últimas dos semanas he tenido que coger taxi compartido tres veces. De lunes a jueves es casi imposible subir al bus a esta hora", comenta Paula, una de las afectadas.

Las dos líneas circulares de transporte urbano -Ci1 y Ci2- soportan una gran carga de viajeros. La Ci1 sale de Camino de las Torres hasta donde vuelve, pasando por Gascón de Gotor, Domingo Miral y la Estación, así que en algunos tramos también sufre las obras del tranvía. Esto sumado al hecho de que tiene paradas con 'hora punta' -las del entorno de la Universidad-, causa problemas desde que comenzó el curso. La 2 pasa por Marqués de la Cadena, Valle de Broto y la Ronda del Rabal y, a juicio de los conductores, necesita una mejora urgente.

Ambas tienen 6 coches prestando servicio entre semana separados, teóricamente, por 10 minutos. El tiempo previsto para hacer todo el recorrido es de una hora. Los conductores consultados por este periódico aseguran que este tiempo es "insuficiente", sobre todo en el caso de la Ci2. "No nos da tiempo. Por eso, a veces pasan dos seguidos y luego el siguiente tarda 20 minutos o más en llegar, con lo que recogemos a tanta gente que no podemos abrir puertas", aseguran.

Sobre esto, el comité de empresa asegura que se ha dirigido a Tuzsa pidiéndole que amplíe el tiempo a un poco más de una hora, para garantizar el servicio. También lo ha solicitado en el caso de la línea 53, que va desde la Puerta del Carmen hasta Miralbueno.

Mejoras en el servicio

El servicio de Movilidad Urbana ha estudiado el caso de las líneas circulares y, tras recibir información de Tuzsa, han constatado que existen algunos problemas concretos, sobre todo en hora punta. Para intentar subsanarlos, están probando algunas medidas con el fin de mejorar la calidad del servicio. Se han hecho algunos ajustes en los tiempos, destinados sobre todo a solucionar el problema que surge en hora punta. Efectivamente, la línea que más quejas suscita es la Ci2, pero se han revisado ambas.

Además, varios inspectores viajan en algunos trayectos con el fin de identificar los problemas y ponerles fin. "Las líneas circulares suponen un reto, porque las usan muchas personas y porque, a la vez, son difíciles de controlar en cuanto a tiempos, ya que son muy largas", explicaron desde el Ayuntamiento de Zaragoza.

Tuzsa, no obstante, aseguró no haber recibido un aluvión de quejas en este sentido en su servicio de Atención al Cliente. "Es cierto que en la última modificación del recorrido de las obras del tranvía hubo algunos problemas, pero se solucionaron. Las circulares son un éxito. Las usan muchas personas y la Ci1 pasa por zonas en obras, y esto puede afectar a más usuarios que en una línea normal", añadieron.

Además, el año que viene verá la luz un estudio sobre cómo reorganizar las líneas para lograr la convivencia con el tranvía.