"Peatonalizar el puente de Piedra exigiría alternativas de movilidad para el Arrabal"

Las asociaciones vecinales del Arrabal exigen que se garantice su movilidad si en algún momento llega a peatonalizarse el puente de Piedra. La tarde del jueves se celebró un pleno de la junta de distrito en el que la presidenta, Lola Ranera, insistió en que no se tomarán decisiones si no se cuenta con el consenso de los vecinos y comerciantes de la zona. "Más que 'ciudad', siempre hemos sido 'margen izquierda' y en el barrio se tiene mucho miedo al aislamiento", explicaba ayer Ranera, que recordaba que el venidero tranvía obligará a modificar la movilidad en la ciudad y a cambiar el recorrido de algunas líneas de autobús.

La Asociación de Vecinos del barrio del Arrabal ha solicitado al Ayuntamiento que se abra el debate ciudadano sobre la peatonalización del puente medieval y su presidente, Rafael Tejedor, explicaba ayer que "se han de garantizar alternativas de movilidad y conocer las posibles opciones si se interrumpe el tráfico de vehículos por el viaducto". "El problema son las alternativas porque con el tranvía -continúa Tejedor- los coches dejarán de usar el puente de Santiago y el de Hierro ya está bastante atascado de por sí. Además, habría que redefinir las paradas de autobús porque la más próxima al Arrabal quedaría actualmente a unos 800 metros". En opinión de los representantes vecinales, la peatonalización del puente de Piedra requeriría hacer lo mismo con Don Jaime, por lo que la calle de San Vicente de Paúl sería la única vía de acceso al centro.

Tejedor comenta que su asociación es contraria a la peatonalización pero "no está en contra al 100%" y depende "de las alternativas que se ofrezcan". Eso sí, recuerda que varios puentes que Patrimonio puso de ejemplo -el de Santa Trinitá y Serranos en Valencia- continúan con el tráfico rodado. En el encuentro del jueves de la junta de distrito participaron nueve asociaciones vecinales de las que tan solo Distrito 14 emitió su parecer favorable a la peatonalización. Los vecinos de La Jota y del barrio de Jesús no dijeron estar a favor ni en contra, mientras que Picarral, Zalfonada, Ortiz de Zárate, Obispo Polanco, Balsas de Ebro Viejo y Arrabal expresaron sus recelos.

Las asociaciones, además, solicitan conocer los informes técnicos de las cargas y circulaciones que puede soportar el puente y exige responsabilidades por las grietas aparecidas tras su reciente remodelación.