ZARAGOZA

El Ayuntamiento aún no ha gastado 17 de los 44 millones que presupuestó para Acción Social

El PP denuncia que la demora afecta a pilares importantes como las ayudas urgentes y la atención a la dependencia.

Uno de los proyectos de acción social de otros años.
El Ayuntamiento aún no ha gastado 17 de los 44 millones que presupuestó para Acción Social
JOSE MIGUEL MARCO

Los colectivos que trabajan con los más jóvenes de la ciudad llevan desde el mes de abril sin cobrar, al servicio de cáterin de la Casa de Amparo se le adeudan más de 480.000 euros y en los centros municipales hay listas de espera de dos meses para atender las necesidades urgentes de muchas familias. Esta es la problemática social de la ciudad, una realidad que contrasta con el hecho de que el Ayuntamiento de Zaragoza todavía no ha gastado el 35% del presupuesto destinado a Acción Social (más de 16.900.00 de euros), que este año superaba los 44 millones de euros.


El Partido Popular denunció ayer esta situación y acusó al equipo de Gobierno de "decir una cosa y hacer otra". "El compromiso del alcalde al principio de su legislatura era incrementar el presupuesto en materia social un 25%. El problema no es que no haya cumplido sus promesas, sino que, aunque sobre el papel ha habido incrementos, esos presupuestos nunca se han materializado en su totalidad. Y este año la ejecución es todavía menor que en años anteriores", apuntó Dolores Serrat, portavoz popular en el Consistorio zaragozano.


Esta falta de ejecución afecta a algunos de los pilares más importantes de la política social. Es el caso de las prestaciones domiciliarias incluidas dentro de la atención a la dependencia. A fecha de 2 de noviembre, solo se habían ejecutado 6,8 millones de euros, el 48% de los 14,2 destinados en este ejercicio.


Una situación similar se refleja en el apartado de servicios y actividades dirigidas a la infancia. El montante destinado superaba los 5 millones de euros y los gastos comprometidos apenas llegan al 56,6%. Un dato que contrasta con los problemas que están viviendo algunas asociaciones juveniles, que llevan meses sin cobrar por sus servicios.


"Se trata de un problema estructural porque presupuestaron mal los ingresos y los gastos. Pero el problema de todo esto es que afecta al apartado social, algo todavía más grave si tenemos en cuenta la situación de crisis que afecta a las familias. La realidad es que mientras en Acción Social los presupuestos nunca se han materializado al 100%, en el caso de los Grandes Proyectos este año ya se ha ejecutado un 120%", indicó Serrat.


¿Menos demanda?


Por su parte, el consejero municipal de Economía y Hacienda, Fernando Gimeno, trató de justificar la falta de gasto aduciendo que "ha bajado la demanda" en las ayudas de urgente necesidad, por lo que no se ejecutarán todas las partidas previstas en el presupuesto.


Una opinión que contrasta con la de otras entidades sociales consultadas, como Cáritas o la Red Aragonesa de Inclusión Social, que agrupa a más de cuarenta colectivos sociales de Zaragoza (Cáritas, Fundación Adunare, Fundación Picarral, Asapme, Parroquia del Carmen).


"Aunque en términos reales, el número de personas es similar a las cifras registradas el año pasado, esas familias lo están pasando ahora mucho peor, porque en un alto porcentaje viven únicamente con el subsidio de desempleo", indicó Teresa Terreu, técnico de Cáritas. Estos colectivos se quejan sobre todo de las demoras que tienen que sufrir estas personas para poder acceder a las ayudas urgentes municipales, circunstancia que en muchos casos les hace desistir y acudir a otros centros, gestionados por entidades privadas, y donde cubren sus necesidades.


"En los centros municipales de los barrios con más volumen de población, como Las Fuentes, San José o Delicias, la demora para que te den cita supera los dos meses y luego la gente tiene que esperar todavía más tiempo para que tramiten sus expedientes y les concedan las ayudas", señaló María Jesús Martínez, coordinadora de la Red Aragonesa de Inclusión social.


En estos momentos, la ejecución de las ayudas urgentes apenas alcanza el 72% del dinero presupuestado. De los 3,5 millones de euros, se han gastado 2,5, pero la valoración del equipo municipal y otros agentes sociales es muy diferente.


"No es coherente que a finales de noviembre haya tantos millones sin ejecutar, y se pongan miles de trabas a la tramitación y gestión de ayudas económicas. Eso es algo que ocurre en el caso del ingreso aragonés de inserción, ayudas de urgencia, apoyos familiares y sobre todo el tema de las becas de comedor que se mira con lupa", recordó Martínez.


Desde el Partido Popular, su portavoz también se hizo eco de esta protesta y recordó que "la demora en los servicios es consecuencia directa de un problema de gestión de personal. Hay gente, por ejemplo, que con el derecho reconocido lleva más de un año esperando a cobrar la ayuda a la dependencia", afirmó Serrat.


Los agentes sociales también se quejan de la falta de personal para atender la demanda de los usuarios y de la tardanza a la hora de ejecutar los pagos, lo que ha provocado que determinados centros de ocio infantil y juvenil lleven varios meses sin cobrar. "En estos momentos, el Ayuntamiento tiene pendiente de pago una gran cantidad de dinero. Alguien ha prestado el servicio y no lo ha cobrado y esto enlaza con el tema de la morosidad y la mala planificación presupuestaria", señaló Serrat. Según los datos recogidos en el estado de ejecución del presupuesto corriente, a fecha de 2 de noviembre, hay obligaciones pendientes de pago por valor de más de once millones de euros.


Ante esta situación Gimeno auguró que las partidas previstas para Acción Social en las cuentas de este año se gastarán finalmente "al 90%". "Muchas gestiones se terminan de hacer a final de año, por lo que entonces el gasto se disparará", dijo Gimeno, quien apuntó que le "gustaría" poder ahorrar también en Acción Social, pero que pronostica que "no será posible".


Protestas lúdicas. La semana pasada, varios centros de tiempo libre de Zaragoza (Fundación Adunare, El Trébol, Gusantina y Pandora) salieron a la calle para dar a conocer sus reivindicaciones y mostrar su preocupación por su viabilidad, consecuencia directa de la morosidad del Ayuntamiento de Zaragoza.