La Policía arrestó al acusado porque dio detalles de la escena del crimen

 Los policías que investigaron el crimen de un homosexual en Zaragoza, en enero de 2007, entrevistaron a cientos de personas relacionados con la víctima, y sólo detuvieron a Francisco L.A., que es juzgado desde ayer ante un jurado popular, porque facilitó detalles de la escena del crimen.

Así lo han puesto de manifiesto varios agentes que han declarado durante la segunda jornada del juicio contra el único imputado por el asesinato de Francisco José L.G., ocurrido el 22 de enero de 2007, en el domicilio de éste, ubicado en la calle Moncasi de la capital aragonesa.

El cadáver fue encontrado, en el interior de la bañera, con más de cincuenta cuchilladas por todo el cuerpo y con una peluca negra encima, una escena en la que no había mucha sangre a pesar del elevado número de heridas, han comentado algunos agentes, que se han mostrado sorprendidos por ello.

En el domicilio no se localizó ninguna prueba biológica del acusado, pero fue el único de todas las personas entrevistadas que reconoció haberse vestido de mujer y haber utilizado una peluca durante sus encuentros con el fallecido, y el único que dijo sentir "asco" y "humillación" por este tipo de encuentros homosexuales. Además, en sus diferentes interrogatorios, dijo que la víctima le obligaba y presionaba para hacer cosas que él no quería, afirmación que contrasta con las declaraciones de otras personas que también mantenían relaciones sexuales con el fallecido, quienes, según los agentes, nunca hablaron mal de él ni dijeron sentirse presionados por nada.

Uno de los agentes ha insistido en que se trata de un crimen pasional y que, después de muchos meses de trabajo, se detuvo a Francisco L.A., quien en uno de los interrogatorios había reconocido haber tenido un incidente con la víctima en el baño, con un cuchillo, y también porque habían quedado esa misma noche a través de varios mensajes.

También han declarado los dos agentes encargados de hablar con la compañera sentimental del acusado y ambos han coincidido en resaltar que en la última entrevista que tuvieron, en la vía pública, ella les aseguró que durante una comida familiar, con su hermana y su cuñado, Francisco L.A. dijo haber sido él el responsable de la muerte.

Sin embargo, la compañera del acusado, Susana C., ha negado esta versión y ha recalcado que sufrió presiones por parte de los agentes, que le amenazaban con que le acusarían de encubrimiento y le quitarían la custodia de sus hijos si no declaraba en contra de Francisco L.A., quien a su juicio es "inocente" e "incapaz" de matar a nadie.

La fiscal, no obstante, ha hecho referencia a una conversación mantenida por Susana C. y su hermana poco después de entrevistarse con los policias, una conversación "distendida" que fue grabada al tener los teléfonos intervenidos en aquel momento.

En esa conversación, según ha leído la fiscal, la compañera sentimental del acusado decía a su hermana que igual había "metido la pata", aunque posteriormente añadía: "pero si ha sido él, que pague y punto", aunque en su declaración de hoy ha dicho que Francisco L.A. es una persona que nunca salía por la noche, muy manipulable y nada agresivo.

El abogado de la defensa ha llamado la atención sobre otras personas relacionadas con la víctima y que habían estado en su domicilio, ya que se encontraron sus huellas en el baño donde fue localizado el cadáver, aunque varios agentes han explicado que se descartó su implicación tras una complicada investigación.

Los agentes han descartado, asimismo, la implicación de la víctima en delitos relacionados con tráfico de drogas, y respecto a los dos maletines con documentación que fueron localizados en el domicilio, al parecer revueltos, los testigos han dicho que contenían documentación habitual que cualquier persona puede tener.

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