HERALDO ABIERTO

La basura, en la puerta de la iglesia

La iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, en la localidad zaragozana de Villanueva de Huerva, es una construcción renacentista del siglo XVI que guarda en su estructura restos de los templos anteriores. Destaca en uno de sus laterales, que da a la plaza del pueblo, una puerta que desde hace un año cuenta con una decoración añadida: cinco contenedores de basura empotrados en el suelo.

Los contenedores soterrados, en uno de los laterales del templo.
La basura, en la puerta de la iglesia

La iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, en la localidad zaragozana de Villanueva de Huerva, es una construcción renacentista del siglo XVI que guarda en su estructura restos de los templos anteriores. Destaca en uno de sus laterales, que da a la plaza del pueblo, una puerta que desde hace un año cuenta con una decoración añadida: cinco contenedores de basura empotrados en el suelo. Uno para el vidrio, otro para el plástico y tres para basura orgánica.


“¿No hay en el pueblo un sitio mejor para colocar los contenedores? Es difícil de creer. El Ayuntamiento debería actuar de forma inmediata para corregir esta situación. Habría que buscar otro lugar y llegar a un consenso entre los vecinos”, afirma Belén Boloqui, presidenta de la Asociación para la Defensa del Patrimonio Aragonés (Apudepa). “Si se quiere fomentar el desarrollo rural sostenible, hay que cuidar estos detalles”, añade Belén Boloqui, que también propone colocar mamparas visuales en torno a los contenedores, algo muy habitual en otros países.


El párroco de la localidad, Eduardo Roca, afirma que “se trata de un mal menor”. El sacerdote, que llegó al pueblo “cuando ya estaban haciendo los agujeros”, asegura que, al ser nuevo en la localidad, no sabía si se podía hacer algo para evitar que se colocasen en este lugar. “En la parroquia hemos comentado que la fachada de la iglesia no es el mejor lugar para colocarlos, pero nadie encuentra una solución mejor”, explica.


La iglesia está en la plaza del pueblo, un lugar muy transitado y donde se encuentran varios establecimientos y entidades bancarias. Para el alcalde de la localidad, Felipe Gómez Fauré, no había otra solución. “Hace un año que se hizo la obra y nadie puso ningún problema porque desde siempre han estado los contenedores de basura en el mismo sitio”, asegura el alcalde. “Es un lugar que no entorpece el paso y que al mismo tiempo está en el centro del pueblo. Si alguien quiere los contenedores en la puerta de su casa, que nos lo diga”, apunta.


A pesar del impacto visual negativo que supone ver los contenedores junto al monumento, desde la oficina de turismo de la comarca de Cariñena aseguran que no han recibido ninguna queja de turistas por este tema. Además, en otras poblaciones de la comarca, como Paniza, los contenedores de basuras también se ubican junto a la iglesia.