EDUCACIÓN

El aumento de alumnos de Bachillerato augura un éxito de matrícula en la Universidad

Los institutos incrementan en un 4,5% la cifra de estudiantes de último curso debido a la llegada del ¿baby boom¿ a la secundaria.

La Universidad de Zaragoza mira con esperanza a los institutos. Los centros de educación secundaria de la provincia han visto como el ‘baby boom’ de mediados de los noventa ha llenado sus aulas y como se prepara una generación numerosa de candidatos a estudiar una carrera. El incremento de jóvenes se ha notado en todo el bachillerato, pero especialmente en el segundo curso: este año hay 265 matriculados más que el pasado, lo que supone un incremento del 4,5%, según los datos aportados por el Departamento de Educación.


El crecimiento se ha registrado sobre todo en los centros públicos, que han pasado de 3.892 a 4.191 estudiantes, mientras que los centros privados y concertados han caído en matrícula: los primeros, de 225 a 201, y los segundos de 1.757 a 1.747. Estas cifras se explican en parte porque el bachillerato no es una etapa concertada y hay que pagar por estudiarlo salvo que se haga en un instituto público. Esto hace que algunas familias opten por cambiar a sus hijos de centro.

Ahora habrá que ver qué porcentaje de estos alumnos superan segundo de bachillerato y cuántos se deciden por una carrera o por un ciclo de formación profecional. Si los primeros son los más abundantes, la Universidad de Zaragoza podría iniciar por tercer año consecutivo un curso con aumento de alumnado. Este año, por ejemplo, se comenzaron las clases con un 10% más de matrícula, lo que confirmó el cambio de tendencia iniciado en 2009. Entonces, por primera vez en más de una década, la curva de matrículas fue ascendente. Se superaron entonces los 31.500 alumnos.


Las aulas de la institución pública sufrían desde mediados de los noventa una caída de inscripciones motivada por la bajada de la natalidad y el repunte de la formación profesional, que les habían hecho perder cerca de 15.000 estudiantes. Ahora que el descenso demográfico ha tocado fondo y la crisis ha animado a algunos jóvenes a formarse y optar por una titulación superior, las facultades vuelven a llenarse.


Un medidor objetivo

El primer control para detectar si el próximo curso crecerá el número de universitarios será la selectividad. Allí se verá cuántos inscritos hay y, por tanto, cuantos candidatos a cursar una carrera. El año pasado, por ejemplo, se registró un récord de alumnos en las pruebas de acceso (la hicieron 4.750, es decir, 522 más que la convocatoria anterior). Y después, cuando llegó el momento de que los jóvenes decidieran qué y dónde querían estudiar, las cifras volvieron a dar una alegría a la Universidad de Zaragoza: la demanda de solicitudes se incrementó un 21%.


Esto provocó que más de la mitad de las carreras hayan tenido que abrir listas de espera para incluir a todos los alumnos que se han interesado por estudiarlas. Las más abultadas, como de costumbre, son las de las carreras de Ciencias de la Salud como Medicina, Enfermería, Odontología o Fisioterapia.