VALDEJALÓN

Muere un vecino de Lumpiaque al salirse su vehículo de la A-122 en Épila

El accidente se registró por causas desconocidas y no hubo ningún otro coche implicado.

Las carreteras aragonesas dejaron ayer otra víctima mortal. Un vecino de Lumpiaque de 38 años falleció al salirse su coche por causas aún sin determinar en la A-122. Fue en torno a las 14.00 en el puente que hay a unos 500 metros de la salida de esta localidad, aunque ya en el término municipal de Épila. Era el único ocupante y ningún otro vehículo se vio implicado.


Los servicios de emergencia no pudieron hacer nada por salvarle la vida. Miguel S. H., natural de Utebo, ya estaba muerto cuando acudieron al lugar de los hechos la Guardia Civil de Tráfico y los Bomberos del puesto de La Almunia. Estos últimos acudieron con un vehículo ligero y uno de rescate.


Fuentes próximas a la investigación apuntaron a este periódico que no estaban claras las circunstancias del suceso. Analizaron la frenada que efectuó el coche, un Renault modelo Megane, y estaban a la espera de los resultados que arrojara la autopsia.


Según estadísticas oficiales, los accidentes de estas características suelen deberse a las distracciones al volante, una hipótesis que el equipo de atestados deberá confirmar o desechar.


El fallecido se había trasladado hace más de un año de Utebo a Lumpiaque para vivir con su pareja, según explicó Mercedes Sediles, alcaldesa de la localidad. La edil señaló que, como es lógico, la noticia causó conmoción entre los ciudadanos. Un ‘mazazo’ difícil de olvidar. “Es una desgracia”, enfatizó.


Miguel S. H. había sido padre hace escasos meses, por lo que deja una viuda y un bebé. “Se había adaptado muy bien al pueblo y era buena persona”, comentó Sediles. Preguntada por el estado de la A-122, la regidora dijo que la carretera dispone de una señalización correcta y que está en buen estado. Añadió que la velocidad máxima es de 70 kilómetros por hora.


Martín Llanas, alcalde de Épila, coincidió con su homóloga en que la A-122 no acumula deficiencias importantes en su trazado. “Cuando conduces por ella no tienes sensación de peligro”, remarcó el también vicepresidente primero de la DPZ. No obstante, sí mencionó que el tramo entre Épila y Lucena es un poco más complicado.


También Miguel Dalmau, primer edil de Utebo, donde siempre había vivido Miguel S. H., lamentó el fallecimiento, del que tuvo conocimiento por un concejal compañero de corporación.


Conexión con la Ribera Alta

La A-122 une La Almunia de Doña Godina con Alagón, por lo que conecta los núcleos de la comarca de Valdejalón (Calatorao, Lucena de Jalón, Épila, Lumpiaque, Urrea de Jalón o Bardallur) con la Ribera Alta del Ebro. Es decir, con la zona de influencia de la multinacional General Motors y el área de empresas auxiliares que la rodean. Se trata de una carretera concurrida por los trabajadores y con tránsito de vehículos.


El kilómetro donde se registró ayer al mediodía el siniestro, el 22,8, no figura como un punto en el que se produzcan incidencias de circulación reseñables. No obstante, la A-122 cuenta con tres tramos de concentración de accidentes. Así consta en el mapa en formato ‘pdf’ publicado en la web carreterasdearagon.es, perteneciente a la DGA, con los datos de 2009 en la Comunidad. El primero comienza en el kilómetro 5 y concluye en el 8,80 (cerca de Bárboles); el segundo comprende los puntos 24,10 y 26,10 (en Épila) y el tercero se encuentra entre el 36 y el 38 (Calatorao).


Hasta ayer, el último siniestro mortal en la provincia de Zaragoza tuvo lugar el pasado 9 de noviembre en la A-230, la vía de comunicación entre los núcleos de Caspe y Bujaraloz. El joven Ratwan R., de 19 años y origen marroquí, conducía una furgoneta que colisionó con otro vehículo en una zona llana y con buena visibilidad.