ABUSOS

Detenido un joven y sus padres por presuntos abusos a una menor que vivía con ellos

El juez investiga al matrimonio por un posible encubrimiento. La chica dice que primero hubo tocamientos y que luego la violaron.

La Guardia Civil detuvo ayer por la mañana a Diego J. M., de 24 años, y a sus padres, Eugenio J. J. y María Ángeles M. G., por un presunto delito de abusos sexuales, denunciados por una menor que estuvo viviendo con ellos durante más de seis meses en un municipio zaragozano. El supuesto autor de los abusos habría sido el joven, pero se detuvo también a sus padres por posible encubrimiento. Tras tomarles declaración por la tarde, el juez de guardia decretó libertad provisional para los tres. Y lo hizo, pese a dictar un auto en el que reconoce que "existen motivos bastantes para estimar responsable criminalmente al detenido (Diego)".


El Juzgado de Instrucción número 6 de Zaragoza se ha hecho cargo de la investigación, que se inició a raíz de una denuncia presentada por la madre de la presunta víctima, el pasado mes de abril. Un cúmulo de circunstancias familiares hicieron que la niña, que ahora tiene 14 años, se fuera a vivir con sus tíos cuando solo tenía 5. Sin embargo, este matrimonio ingresó en prisión en 2008, y la menor se quedó viviendo con la familia ahora denunciada.


Los presuntos abusos sexuales salieron a la luz a comienzos de este año, cuando la madre biológica de la chica se enteró de donde estaba viviendo su hija y acudió a buscarla para hacerse cargo de ella. Solo unos días después, la menor le dijo que tenía un fuerte dolor en las rodillas. Y como no se le pasaba con reposo, la madre decidió llevarla al Hospital Infantil. Fue entonces cuando los médicos le explicaron que la niña podría haber sufrido abusos sexuales.


Según hizo constar la madre en la denuncia que presentó el pasado mes de abril en el Servicio de Atención a la Mujer (SAM) de la Policía Nacional, su hija le corroboró que había sido violada por Diego. Le dijo también que, con anterioridad, ya le tocaba por todo el cuerpo. Primero, por encima de la ropa, y luego, por debajo. Son estos presuntos abusos los que ahora trata de aclarar el juez instructor del caso.


Cuando compareció ante la Policía, la madre de la menor aseguró que los padres del presunto agresor "eran conscientes de todo lo que pasaba", y sabían que "ambos -Diego y la niña- dormían juntos". También contó que, mientras estuvo viviendo con esta familia, su hija fue visitada por un psiquiatra que le recetó una medicación muy fuerte. De hecho, parece que la chica tomaba unas pastillas todas las noches para dormir.


Cuando fue explorada por las inspectoras del SAM, la menor se refirió también a esta medicación. Pero aclaró que las pastillas las tomaba ya cuando estaba viviendo con sus tíos (los que ingresaron en prisión), y que siguió consumiéndolas después en casa de la familia denunciada. Explicó a las agentes que "todas las noches tomaba una pastilla blanca, se dormía y no recordaba nada".


Le aconsejaron denunciar

Una psicóloga y una trabajadora social siguen la evolución de la menor desde hace meses. De hecho, según explicó la menor ante la Policía, fueron precisamente estas las que le aconsejaran que denunciara lo que le había pasado para evitar que pudiera sucederle a otras niñas.


Enterado de la denuncia por el informe remitido por el SAM, el juez que instruye el caso remitió un oficio a la Guardia Civil a finales del pasado mes de octubre para que practicase una serie de diligencias. Entre ellas, la identificación y localización del presunto agresor y de sus padres. Estos fueron citados el pasado viernes para que comparecieran ayer en la Sección de Investigación Criminal. Lo hicieron, y fue entonces cuando se procedió a su detención por estos hechos.


Declaran que todo es mentira

Tanto el supuesto agresor como sus padres negaron ayer ante el juez de guardia la acusación de la menor. Reconocieron que la chica estuvo viviendo en su casa, pero ni siquiera se pusieron de acuerdo en el tiempo. Mientras el joven dice que fue "durante cuatro o cinco años", el matrimonio asegura que fueron tan solo "seis meses".


Diego J. M. declaró que no sabía por qué la menor no vivía con su madre, y dijo que no era cierto que la sometiera a tocamientos o se hubiera acostado con ella. A preguntas del juez, el joven explicó que la denunciante dormía en la misma habitación que sus otras tres hermanas -también menores- y que él lo hacía en una estancia distinta.


Por su parte, el matrimonio dijo que la chica estaba con ellos porque "su madre no podía cuidarla". El padre del presunto agresor aseguró que nunca vio al joven tocando a la menor. "Si lo hubiera visto, lo hubiera echado de casa", declaró. Su mujer tampoco reconoció haber presenciado ningún abuso y aseguró que cuidó a la niña "como si fuera una hija más". Toda la familia declaró asistida por su abogada, Carmen Sánchez.